Las diez librerías de Ourense que llevaron durante la jornada de ayer sus expositores a la calle para celebrar el Día del Libro en plena vía peatonal del Paseo cerraron la jornada satisfechos. Las ventas fueron mucho mejores que en una jornada normal y llevar la cultura a la calle parece haber dado buenos resultados al hacer cambiar la atención del peatón hacia otros escaparates, los culturales.

Pilar González, presidenta de la Asociación Provincial de Libreros de Ourense, afirmaba ayer que, al margen de la publicidad que se ha dado al evento y del aumento de las ventas promovidos por ese descuento del 10% sobre el precio de cada ejemplar que se aplica en el Día del Libro, “está claro que salir a la calle funciona y la gente se anima”.

La afluencia de público se fue intensificando con el paso de la jornada, y a media tarde y hasta el cierre de los expositores, que fue alrededor de las nueve de la noche, se incrementaron el público y las ventas.

Pero si bien en la visita curiosa entre esas mesas de títulos evocadores unos, otros provocadores, se reúne en el Día del Libro toda la familia, las que compran mayoritariamente en las librerías son ellas, según la presidenta de los libreros.

“El cliente más habitual es la mujer, joven o de mediana edad y los títulos que buscan de lo más variados, hay desde la que viene directamente a por un libro en concreto, hasta quien te pide asesoramiento sobre una buena novela”, afirma la presidenta de los libreros.

Porque la novela es la que vence, sin distinción de sexos. Entre los libros más vendidos ayer en Ourense y también en las ultimas semanas en la librerías de la provincia están títulos como los libros de La Saga del Crepúsculo, de Stephenie Meyer, sobre temas de misterio.

El libro autobiográfico,de ensayo o historia pierde público entre los más leídos, y figuran a la cabeza títulos como “El paraíso inhabitado”, de Ana María Matute, o “La importancia de las cosas”, de Marta Rivera de la Cruz.

Esos fueron los más vendidos en un Día del Libro cuyo palmarés ratifica la presidenta de los libreros. “Sí, es cierto que son libros escritos por mujeres, pero es normal que si somos las que más leemos busquemos temas que nos resulten próximos o una forma de contar”, advierte.

Hay además una tendencia no escrita por la que el lector, cuando es lectora, “empieza leyendo literatura desde muy joven, tiene luego un parón entre los 30 o los 40 años para dedicarse a una faceta familiar y laboral y en torno a los 50 regresa con más fuerza a su afición cuando ya están criados los hijos”, explica Pilar González.

La teoría, sino científica, sí es al menos empírica para Pilar González, una de las más veteranas profesionales del sector en Ourense: “No ha habido cierres a causa de la crisis”, advierte, y deja en el aire el análisis de esa nueva modalidad de libro virtual en el que se pasan no páginas sino botones y que algunos anuncian como el futuro de la letra impresa. Lagarto lagarto.