“Todos los políticos se preocupan de garantizar que el AVE llegará a Galicia en 2012. Es su tema de discusión mediática, pero alguien se ha interesado por la explotación laboral que están sufriendo los trabajadores del AVE para tratar de cumplir esa fecha”.

Es la pregunta que se hace en voz alta Anxo Pérez Carballo, técnico del gabinete de salud laboral de la CIG en Ourense, sindicato que ha presentado estos días su enésima denuncia sin respuesta ante Inspección de Traballo, para advertir que los operarios que realizan las obras del AVE a su paso por Ourense trabajan hasta 10 y 11 horas diarias, incluidos festivos, y suman 65 horas de trabajo semanal, 25 más de las que marca la legislación.

Esta curiosa paradoja por la que el propio Estado se engaña a sí mismo -Trabajo aprueba leyes de defensa del trabajador y el Ministerio de Fomento adjudica unas obras que incumplen la jornada laboral establecida-, tiene, según la CIG, un componente de extrema gravedad: “el cansancio de un trabajador sometido a jornadas laborales maratonianas redunda en su seguridad y en la del resto”, explica Anxo Carballo.

Las concesionarias de estas obras no son constructoras de cuarta fila “sino las grandes empresas nacionales del sector, como Sacyr, una de las adjudicatarias de tramos del AVE en nuestra provincia, que incumple de forma reiterada la normativa en materia de jornada laboral y descanso y cuyos obreros estuvieron trabajando incluso en festivos locales de Entroido, o algún día de la pasada Semana Santa”, indica la CIG en un comunicado de protesta.

Pero, ¿cómo se consigue la anuencia del operario para trabajar en festivos? Según la CIG, la cuestión es fácil: para que un trabajador de las obras del AVE no incumpla ningún convenio ni estatuto y pueda trabajar en festivos locales, como el lunes de Entroido, “la empresa les invita a firmar un documento con el que se cura en salud en caso de accidente laboral y en el que el obrero acepta trabajar ese día a cambio de disfrutar de otro día libre varios meses después, en una fecha en la que ese tramo debería estar rematado”, explica la CIG.

Por no se sabe qué extraño motivo las denuncias ante Inspección de Traballo de este sindicato non han surtido efecto, pues según afirman “no pueden acreditar los horarios de trabajo que se realizan en las obras del AVE”, indica la CIG, “cuando Traballo tiene derecho de acceso a los albaranes de la empresa en los que figuran las horas que hace semanalmente cada trabajador”.

Subcontratas

La CIG reconoce que las grandes empresas del AVE subcontratan a autónomos, de Maside o Carballiño en este caso, que tienen determinadas máquinas ,“y el autónomo para rentabilizar su maquinaria excede las jornadas establecidas; eso no se puede impedir, pero sí debería evitarse que arrastre también a sus trabajadores a cumplir esos horarios”, indica el portavoz de la CIG.