El fiscal pide para los dos acusados, Miguel Ángel Gil y Fabián Darío González, 26 años y ocho meses de prisión para cada uno, por dos delitos de robo con violencia en la Joyería Cota de la ciudad, allanamiento de morada de su propietaria y detención ilegal de cuatro personas en el domicilio de la dueña, hechos por los que los imputados se encuentran en la cárcel desde su detención en febrero de 2007. Ayer, en la celebración del juicio por esta causa en la Sección 2 de la Audiencia Provincial, negaron los hechos.

Según el fiscal, los dos acusados y un tercero, Víctor Hugo Gil hermano de uno de ellos que no pudo ser procesado, dado que se encuentra en trámites de ser extraditado a Argentina, "tenían la intención de cruzar el charco para venir a Ourense cometer un robo y volver a su casa como si nada, y esto es porque tenían el objetivo marcado y lo hacían para aprovecharse de la impunidad de ser extranjero".

En este sentido, el ministerio sostiene que el 26 de junio de 2006, Miguel Ángel Gil y Víctor Hugo Gil llegaron a Ourense y se hospedaron en el Hostal Nuevo París y se encontraron con Fabián Darío González, en un plan de robo a la Joyería Cota que había pactado previamente, estudiando antes la vida de la propietaria y el contenido de su local.

"Así, el día antes del atraco -añade el fiscal- los tres acusados estuvieron observando el local, hecho que se constató en las imágenes grabadas de la cámara de seguridad".

Al día siguiente, el 30 de junio sobre las 13.30 horas los dos acusados y el hermano de uno de ellos se desplazaron hasta el domicilio de la propietaria de la joyería, mientras Fabián Darío vigilaba en la calle.

Una vez allí, según el fiscal, "los acusados llamaron a la puerta y uno de ellos se hizo pasar por el repartidor mientras el otro se escondió y le dijó a la empleada del hogar que traían un paquete para la dueña. Ésta le dijo que lo bajara a la joyería pero éste le digo que tenía órdenes de dejarlo aquí por lo que le pidió que firmara el justificante. Cuando ésta se dio la vuelta para coger un bolígrafo se abalanzó sobre ella".

Después ambos "la golpearon y amordazaron; la ataron de pies y manos y retuvieron a los hijos de la dueña de la joyería de cinco y siete años, al igual que hicieron con la propietaria, a quien amenazaron con matar a uno de sus niños si no hacía lo que ellos le decían, a lo que ella accedió ya que portaban un pistola y un cuchillo de cocina".

Así, la mujer bajó con uno de ellos a la joyería. Allí se llevaron todos los relojes que había en las vitrinas y todo lo que había en la caja fuerte. A continuación subieron a la mujer a su casa y la dejaron atada, con el resto de personas que se encontraba allí".

El Ministerio Fiscal indicó que después del asalto los ladrones se marcharon los tres juntos camino a Madrid y Fabián tiró una bolsa en la autovía A-52 que vino a parar a una vía secundaria en la que había dos camisetas, un pantalón y un peluca con lo que presuntamente había cometido el robo, pruebas en las que los peritos hallaron muestras de ADN de Fabián Darío".

En relación a los acusados el fiscal insistió que los hermanos Miguel Ángel y Víctor Hugo Gil son conocidos por la Interpol y por las autoridades argentinas por cometer delitos graves, como robos con intimidación y atracos "y no por su labor empresarial".

Miguel Ángel Gil declaró que el vino a Ourense por motivos de negocios ya que "vine con la intención de montar una parrillada y mi hermano vino de paseo, y nos encontramos con Fabián de casualidad". De todas maneras, explicó que si había entrado en la joyería para probarse un reloj el día anterior al robo pero que el no había asaltado el establecimiento.

Defensa

Por su parte, Fabián Darío declaró que "vine desde Torrevieja donde vivo porque me llamaron para que les vendiera unas joyas, que yo en un primer momento no sabía que eran robadas. La persona que contactó conmigo era un rumano, del cual no puedo desvelar su identidad porque tengo hijos y pueden tomar represalias contra ellos".

Los defensores de ambos imputados pidieron su absolución por falta de pruebas y en el caso de Fabián Darío, su letrado dijo que en caso de haber condena, tendrá que ser por el delito de robo con intimidación y argumentó que éste debe incluir al de allanamiento y detención ilegal, por lo que la pena de prisión será menos de cinco años y por tanto canjeable por la expulsión, algo que el fiscal aclaró que evitaría.