m.J.A.  Ourense

Botellas rotas; cartones vacíos de vino de la peor calidad; envoltorios de pizza, muchos papeles e incluso restos orgánicos, fruto de los excesos etílicos. Es la postal que queda en la calle, después de la celebración de un "botellón" urbano. Si esto ya no era poco, ahora la federación de asociaciones vecinos de Ourense y comerciantes de la zona histórica de la ciudad, culpan a los jóvenes que participan en esos "botellones" nocturnos, para beber y divertirse en la calle, del 90% de los destrozos y actos vandálicos originados a viviendas, mobiliario público y comercios.

Manuel Carnero, presidente de la comisión de seguridad de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ourense, "Limiar", se solidariza con la protestas de los comerciantes de la zona de la Plaza das Mercedes, lugar habitual de celebración de los "botellones" de fines de semana, y cuyos vecinos, entre ellos Luisa Ames, residente en la zona e industriales del entorno, se quejan del deplorable estado en el que aparece el lugar tras los excesos nocturnos y en ocasiones, de los daños a sus establecimientos y critican la escasa vigilancia en la zona.

Vigilancia policial

El concejal de Seguridad Ciudadana del Concello de Ourense, Fernando Varela, explica sin embargo "que este es un tema que nos preocupa y en las noches de los fines de semana, vísperas y festivos, triplicamos el número de policías locales en la calle. Pero no es suficiente, vigilar las zonas de botellón y los problemas y competencias del cuerpo de Policía Local, de noche se multiplica".

De hecho estos agentes locales deben ocuparse también de realizar controles de alcoholemia en puntos estratégicos del viario municipal, así como de garantizar que los locales cumplen los horarios de cierre "algo mucho más complejo de lo que parece por la permisividad que hubo durante el gobierno anterior", explica Fernando Varela.

Los menores y el alcohol

Las competencias de la Policía Local son además muy escuetas, "los agentes tienen competencia para identificar a los chavales, intervenir si exceden el ruido permitido o si hay reyertas callejeras, y poco más", explica el concejal. De hecho otra de las batallas a perseguir, afirma el edil "es la venta de alcohol a menores, dado que eso no es una simple negligencia, es una ilegalidad", razona.

Pero para acometer todos los problemas que genera una ciudad que también vive, y con mayor peligrosidad a veces, en horas de la noche, "necesitaríamos una mayor ratio de policías locales por habitante, y en este sentido Ourense no la cumple. Además no todos los policías, dada su edad están en condiciones de trabajar en labores de calle.

Según Fernando Varela la intención del concello es aumentar la plantilla actual, que ronda los 150 efectivos, con 15 agentes más este año y otros 20 a lo largo del año 2009. El concejal reconoce que "el exceso de alcohol y noche tienen a veces malas consecuencias y era lamentable estos días ver a algunos comerciantes del casco viejo, tratando de eliminar los rayazos que habían hecho en sus escaparates".

La federación vecinal opta por proponer al concello un lugar "oficial" de celebración del botellón "que no moleste a nadie y con el que se respete el derecho de todos al descanso".

El concejal reconoce que ya hubo un lugar en el que de forma espontánea se celebraban botellones y sin apenas viviendas en su entorno "pero a alguien no le gustó y se acabó desplazando desde ahí al casco histórico" afirma.

Sin embargo, según Fernando varela, edil de Seguridad Ciudadana, no hay lugares óptimos para la práctica del botellón y es un problema que sólo puede regularse a través de una normativa propia.