Una pareja de ancianos que se encontraba pasando unos días en la localidad de Outardepregos, en O Bolo, apareció el pasado domingo muerta en avanzado estado de descomposición, después de perecer por una hipoxia, ante la falta de oxigeno en la sangre debido a la mala combustión de un brasero.

Las dos personas fallecidas son un hombre de 82 años, MG.N., y su compañera sentimental, R.C.G. de 77 años, el primero de ellos natural de Maceda, aunque tenían la casa en esa localidad, porque su primera mujer que había perecido había nacido en el lugar.

Los vecinos de esta aldea fueron los que encontraron a las 12.30 horas los cadáveres de estas dos personas, cuando notaron la falta de los mismos después de que se apuntaran y pagaran para ir al magosto del pueblo y no llegaran a asistir. De todas maneras, los vecinos explicaron que con independencia de que habían faltado en el magosto, "llevaban una semana sin verlos".

Según el testimonio de los vecinos, cuando llegaron a la casa se encontraron con el hombre tendido en la cama y la mujer en el suelo, y en el centro de la habitación había un brasero de leña hecho con un cubo de pintura de lata, por lo que todo apunta a que la muerte de esta pareja se produjo por una inhalación de monóxido de carbono, lo que provocó la falta de oxígeno en la sangre de estas dos personas, aunque se está esperando por el resultado de la autopsia para la determinación final de la causa.

En la habitación, además de estar el brasero de leña también estaba la luz y la televisión encendida.

El propio alcalde del Concello de O Bolo, Manuel Corzo, que además es médico, explicaba ayer que "me llamaron los vecinos para que fuera a la casa una vez que los encontraron pero al llegar a allí y ver lo que pasaba ya nos comunicamos con la Guardia Civil y con el 061".

En este sentido, el alcalde indica que "lo ocurrido fue mala suerte porque estas personas seguramente no se dieron cuenta de lo hacían".