La tradición manda en Ourense en materia de enterramiento, de modo que el sistema de incineración de cadáveres instalado en el cementerio público de Santa Mariña mantiene unos datos estables en número de incineraciones, que rondan las 200 al año, lo que lo sitúa como el método elegido en algo menos del 5% de los fallecimientos que se registraron el pasado año en la provincia.

Según datos del área de Cementerios del Concello de Ourense, departamento dependiente de la Concejalía de Sanidade, que dirige la edil Marga Martín, los datos de incineraciones en lo que va de año se cifraron en algo más de 230 servicios en los tres camposantos del municipio.

El que menos entierros ha registrado es el de As Caldas, con 17 enterramientos de cadáveres y dos de cenizas, seguido del de San Francisco, con un total de 98 enterramientos, de los cuales 79 fueron de cadáveres y 19 de cenizas.

Por lo tanto, el de Santa Mariña es el cementerio que se consolida, por su ubicación fuera del casco urbano -lo que lo que sitúa más acorde con la legislación sanitaria_-, y por su capacidad para expandirse en el entorno, en el lugar de enterramiento del municipio. Así desde el 1 de enero al 27 de febrero de 2008 se registraron 184 enterramientos, de los cuales 50 fueron de restos y cenizas.

Ampliación de nichos

En la actualidad Santa Mariña cuenta con un total de 3.612 nichos construidos, 241 de los cuales están sin adjudicar, así como 673 sepulturas, de las cuales 100 siguen libres y 488 ceniceros, de los cuales 11 están sin adjudicar. La intención de la Concejalía de Sanidade es dotar en breve 100 plazas más de enterramientos en el cementerio de Santa Mariña.

Por ahora, y en tanto no se produzca un cambio cultural y social, las cifras demuestran que sistemas como la incineración, no gustan en Ourense.

Así, durante el año pasado se registraron en toda la provincia un total de 4.603 defunciones, pero las instalaciones, adjudicadas a una firma privada y dedicadas a la incineración de cadáveres del cementerio de Santa Mariña, realizaron 225 servicios, de los cuales sólo 189 fueron de cadáveres, mientras que las otros 32 fueron incineraciones de restos humanos, dos de fetos y otros dos de restos anatómicos.