El culto a los muertos resucita un año más el negocio de las floristerías, que viven cada mes de noviembre un particular "agosto" económico, concentrado en dos días, el 1 y el 2, con motivo de la celebración de la festividad de Todos los Santos y Fieles Difuntos, respectivamente.

"Nos gustaría trabajar con más antelación, pero la gente lo deja todo para el último día, para que las flores estén en perfecto estado el 1 de noviembre, que es cuando comienzan las visitas a los cementerios", explica Miguel Ramiro, propietario de Xaraiba, una de las floristerías de la popular Plaza de Abastos, uno de los puntos neurálgicos de la venta en Ourense.

Los precios

Al menos una de las ventajas para el consumidor es que los precios de las flores no se disparan este año. Los empresarios del sector aseguran que se mantienen los mismos desde hace dos años.

Aquellos que acudan todavía hoy a hacer su compra floral deben saben que por 3,80 euros podrán llevarse un pequeño ramo de crisantemos comunes. Si lo que quieren es un crisantemo "pompón" deberán pagar bien 2 euros por cada unidad de esta curiosa flor o bien conseguir una sustancial rebaja si se llevan una docena, que les costará 18 euros. Son las flores más solicitadas, junto con el clavel y en menor medida la rosa.

También pueden recurrir al centro floral, que oscila entre los 12 euros y los 60, 80 o más cuando se introducen variedades como la rosa o flores tropicales como las "heliconias" o el "ginger", algo que suelen pedir unos pocos exquisitos, dispuestos a rascarse el bolsillo en estos días de honra a los muertos.

Flor importada

Sólo el 10 de la flor que se vende estos días se produce en la provincia, cuyas explotaciones no tendrían capacidad para atender esta demanda, que no se mantiene luego el resto del año.

El 90 por ciento de las flores que se venden estos días proceden de otras provincias españolas y de ellas el 30 por ciento viene de otros países.

Este año la moda ha impuesto también las macetas. "Se está poniendo de moda llevar la planta, la mayoría de una pequeña variedad de crisantemo", explica Miguel Ramiro, "porque piensan que de este modo la flor va a lucir fresca más tiempo; a mí me parece más adecuado un ramo o un centro".

Con ramos, maceta, crisantemos pompón o "pomposo" o centros exóticos los católicos tienen hoy cita ineludible en los cementerios para celebrar el Día de Todos los Santos, institucionalizada como solemnidad litúrgica por la Iglesia Católica desde el siglo IX.