La provincia de Ourense volvió a registrar en 2007 un saldo vegetativo negativo, es decir el número de defunciones fue muy superior al de nacimientos. Así el pasado año el número de personas fallecidas alcanzó las 4.603, frente a los 2.068 nacimientos. Esto supone que en términos poblacionales el crecimiento vegetativo de la provincia, que se define por el número de nacimientos menos el número de defunciones registradas, ha sido negativo con una diferencia de -2.535 personas en 2007, una cifra aún peor a la que se registró en el año 2006.

Siempre hay que buscar el lado positivo de los datos estadísticos y al menos el número de nacimientos aumentó ligeramente, pasando de los 2.021 del año 2006 a los 2.068 de2007, datos en cuya evolución tiene un importante peso la emigración, pues Ourense sigue estando a la cola como la provincia española con la tasa de natalidad más baja de España, que apenas llega en la provincia a los 0,90 hijos por mujer.

El envejecimiento es uno de los problemas que más afecta al saldo poblacional de una provincia en la que uno de cada tres vecinos tiene más de 65 años y en el que por lo tanto el cómputo de renovación de población tampoco resulta de lo más esperanzador.

Las mujeres se resisten a la maternidad y lo hacen a más tardía edad, de modo que mientras hace diez años más de un 22% de las ourensanas tenían su primer hijo antes de los 25 años, ahora una de cada cuatro ourensanas tienen su primer hijo superados los 35 años.

Volviendo a los nuevos nacimientos se equilibra la balanza por cuestión de sexo, y si en los últimos años había mayoría de niñas, en 2007 nacieron en la provincia una mayoría de varones, Fueron 1.044 en total frente a 1.024 niñas. El número de defunciones de bebés menores de un año fue de 8 el pasado año.

También empieza a desmontarse el tópico de la mayor longevidad de las mujeres, y el saldo se equilibra, de modo que de las 4.063 personas fallecidas el pasado año en Ourense 2.371 eran varones y 2.232 mujeres.