La aprobación de la modificación presupuestaria en el pleno de ayer por parte de PSOE y BNG, que se traduce en una operación de crédito de 760.000 euros, marca el inicio del proceso de redacción del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense, que tendrá un coste total de dos millones de euros, después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anulase el que aprobó el Partido Popular en el año 2003.

El acuerdo coincidió con la notificación de una nueva sentencia del alto tribunal gallego, la octava, ratificando la anulación del actual plan de urbanismo, y que al igual que las siete anteriores será recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, como indicó la concejal de Urbanismo, Aurea Soto.

El grupo popular votó en contra de la modificación del presupuesto y del gasto, al entender Rodríguez Nóvoa que el actual plan "no cayó", y reprochar al gobierno bipartito no tener voluntad política de "salvarlo, independientemente de lo que digan las sentencias del TSXG".

Rodríguez Nóvoa fue más allá, y cuestionó abiertamente la decisión del alto tribunal gallego esgrimiendo la relevancia que tiene un informe de telecomunicaciones y el "cambio de cuatro planitos".

Unos argumentos que alarmaron a la concejal de Urbanismo, que no dudó en asegurar que "son ustedes -el PP-un peligro para esta ciudad", algo de lo que dijo no tener duda al hilo de las afirmaciones de Rodríguez Nóvoa.

Aurea Soto recordó que lo que plasma en sus sentencias el TSXG "no son vicios formales", y subrayó que "se expuso un plan y luego fue otro el que se aprobó".

De ahí que dijo estar "asustada ante la falta de racionalidad", lo que vendría a explicar cómo llevaron a cabo todo el proceso de redacción y aprobación del PXOM y aconsejó al PP que "pida disculpas a los ciudadanos, como hizo Núñez Feijóo".