Un balance "sin ansiedad" y marcado por una política de "serenidad, sin precipitación, respetando los tiempos y los procedimientos". Así definió el alcalde socialista Francisco Rodríguez el primer año del gobierno bipartito (PSOE y Bloque Nacionalista Galego), que supuso una novedad en Ourense con respecto a los anteriores.

Pero en la calle la sensación de los ourensanos es que existen dos concellos, como de forma reiterada denuncia el portavoz del PP, Enrique Nóvoa, que acusa a Rodríguez de "consentir que existan dos alcaldías", una la que ocupa él y la que ejerce el nacionalista Alexandre Sánchez Vidal a través de la Tenencia de Alcaldía.

Consciente de que el bipartito puede generar "dudas o confusión", el alcalde apeló a la "sensatez" en la gestión realizada más allá "de las disputas que reconozco que hubo", y que considera entran dentro de los "legítimos planteamientos" de los dos grupos.

De ahí que los esfuerzos de Rodríguez se centren en trasladar a los ciudadanos un mensaje de tranquilidad y se ampara en que la prioridad del bipartito pasa por buscar soluciones a los problemas que tiene Ourense, recuperando la gestión de la ciudad, que el PP "había trasladado a manos privadas".

El primer año del gobierno bipartito estuvo salpicado por innumerables desencuentros. Es por eso que el alcalde proclamó la "lealtad máxima" que dijo practicar, la misma que pide a los nacionalistas. A lo que dejó claro que "Concello no hay más que uno", en alusión al protagonismo de la Tenencia de Alcaldía, que en muchas ocasiones solapa el concepto de ayuntamiento en las actividades que realiza.

También subrayó las tres líneas de actuación que marcaron el primer año de gestión: dar solución legal, social y política a los problemas generados por el "absentismo" del gobierno del PP, puesta en marcha de proyectos estratégicos y sentar las bases de modernización de la ciudad.

Dicho esto, Rodríguez se centró en las tres joyas de la Alcaldía durante el primer año de mandato. La negociación con el Ministerio de Fomento que permitió la redacción de un nuevo trazado, externo a la ciudad, para la integración del AVE en Ourense.

La gestión política que se realizó para la ubicación de la sede de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en la ciudad. Junto al "desbloqueo" de las obras de la Biblioteca y el Archivo Provincial en San Francisco, merced a un acuerdo con el Ministerio de Cultura.

Y a las críticas dirigidas por los populares, que calificaron su gestión de "muy deficientes", el alcalde utilizó la ironía para destacar "la frivolidad y la falta de rigor" del "catedrático Poli Nóvoa -portavoz del PP- y del peculiar claustro de profesores", a los que recordó "la desfeita" que dejaron como "herencia" al gobierno bipartito.

Sobre el futuro, el alcalde sostiene que es de lo más esperanzador, aunque, con la estrategia de los nacionalistas, sobre sus espaldas cargue con un concello bicéfalo,