El derribo del puente ubicado en el tramo final de Marcelo Macías marca el inicio de la segunda fase de remodelación en una zona de entrada y salida de la ciudad que se había convertido en uno de los principales "puntos negros" en lo que al tráfico rodado se refiere. El proyecto, del Ministerio de Fomento, cuenta con una inversión de 815.000 euros y, según las previsiones, estará concluido a finales del presente año.

En las obras de derribo del puente, que será sustituido por un "tablero" que duplicará la longitud y ancho, participaron dos grandes máquinas pesadas, lo que llevó consigo el corte del tráfico en esa zona. Por ello fue necesario habilitar una ruta alternativa de acceso a la carretera N-525 y a la que une Ourense con Celanova y la frontera portuguesa.

Las actuaciones que se llevan a cabo suponen un cambio sustancial en la trama urbana que había en esa zona, con una importante densidad de tráfico rodado, tanto en superficie, por donde discurre la carretera N-525 (Madrid-Santiago), así como en el paso inferior, dirección Celanova y de acceso a la Valenza, en el Concello limítrofe de Barbadás.

El proyecto de Fomento se complementa con el que también ejecuta la Consellería de Política Territorial en esa zona, y que afecta a todo el trazado de la calle Marcelo Macías y al barrio de A Carballeira, que se concretará con nuevos accesos de comunicación a la zona de Rabo de Galo y salto do Can, donde está previsto que se construyan más de 700 viviendas de protección oficial.

Una reordenación del tráfico que se había convertido en una de las principales demandas del Concello de Ourense, como así lo manifestó el alcalde, Francisco Rodríguez, en la presentación de los proyectos con técnicos del Ministerio de Fomento y de la Consellería de Política Territorial.

A las mejoras que realizan tanto la Administración del Estado como la Autonómica se le sumará en breve los nuevos accesos al centro comercial Carrefour y zona de O Fonsillón, que correrán a cargo del Concello de Ourense, cuyo proyecto viene de aprobar, y que cuenta con una inversión que supera los 4,2 millones de euros.

Unas obras que se demoraron en el tiempo debido al proceso de expropiación y mutuo acuerdos con los propietarios de los terrenos para poder desarrollar el proyecto.

Con estas actuaciones se pretende erradicar los problemas de tráfico que tiene la zona, que se traducía en importantes retenciones de vehículos y accidentes de tráfico, al tratarse de un nudo de comunicación de acceso a la ciudad y salida, a lo que se unió el importante crecimiento de habitantes que experimentó el Concello de Barbadás en ese encalve del municipio.