El cierre de la constructora ourensana Egano y la de su filial Egonor se confirmó ayer cuando los 52 trabajadores se encontraron con las puertas de la sede social, ubicada en la avenida de Celanova, en el Concello de Barbadás, cerradas. Esto llevó al comité de empresa, en el que tienen representación los sindicatos UGT y CIG, a denunciar ante la Inspección de Trabajo el cierre empresarial, que levantó acta de que no había actividad en las instalaciones.

El portavoz de los trabajadores y jefe del departamento técnico, Ernesto Gómez, explicó en la entrada de la empresa que la mayoría de los trabajadores recibieron una llamada en la noche del domingo del responsable, que les anunció el cierre. Una situación que comprobaron a primera hora de la mañana de ayer cuando se encontraron las puertas cerradas.

Esto llevó consigo a que los representantes de la CIG, Xan Losada, y el de UGT, Xabier Carreiro, contactasen con el propietario de las dos empresas, Emilio González López, que les confirmó el cierre y la presentación hoy del expediente de suspensión de pagos en el juzgado después de doce años de actividad y que actualmente tiene obras en construcción en la capital ourensana, Carballiño, Allariz, Celanova, Chantada y también en Madrid.

Los motivos que esgrimió el constructor están relacionados con la recesión que sufre el sector y explicó que además de "bajar mucho el trabajo en la construcción, la devolución de pagarés por parte de las promotoras que nos encargaron la construcción de los edificios, que no se venden", fueron determinantes para el cierre. Así, mientras Emilio González dejaba claro que no tiene pensado "huir, como hicieron otros, porque tengo familia y conciencia", y que la decisión del cierre fue porque "no podía aguantar más la situación", la práctica totalidad de los trabajadores celebraron una asamblea en la tarde de ayer, siendo informados por los representantes sindicales de las conversaciones que mantuvieron con el empresario.

Xan Losada y Xavier Carreiro plantearon a la empresa que iniciase la entrega de "cartas de despido" a los trabajadores para de esa forma puedan percibir lo antes posible el desempleo. Sobre esta cuestión, el representante de la CIG dijo que "lo vemos muy complicado", a pesar de la "buena disposición del empresario".