El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, dejó claro ayer que la voluntad y el compromiso para adherirse al Consorcio Galego de Servicios de Igualdade e Benestar de Benestar "está claro y así lo manifestamos", pero una de las condicionantes para su rúbrica pasa por conseguir firmar un protocolo de convenio en el que se establezcan las inversiones sociales en la ciudad.

Fue el mensaje que trasladó ayer al director xeral de Acción Social, Bieto Seara, durante la reunión que celebraron y en la que también estuvo presente la concejala de Servicios Sociales del Concello de Ourense, Marga Martín.

Convencido de que en el plazo de un mes se puede alcanzar un acuerdo, Francisco Rodríguez dejó claro que los proyectos de Vicepresidencia deben ir más allá de la construcción de galescolas y centros de día. Y es por eso que subrayó que, de fijarse los compromisos inversores y los plazos en infraestructuras sociales en la ciudad, "no habrá ningún tipo de problemas en la adhesión del concello al consorcio".

Una de las cuestiones que considera "irrenunciables" está relacionado con el Fogar del Transeúnte, que necesita una "completa reconversión". El alcalde explicó que "queremos ofertar a las personas que lo utilicen las mejores condiciones, que sea un lugar digno y con garantías totales de higiene".

El inmueble en el que se encuentra, propiedad de Cáritas, que durante los últimos quince años lo cedió al Concello de Ourense sin coste económico en concepto de alquiler, necesita una reforma para acondicionarlo a la normativa que para este tipo de servicio establece la Xunta de Galicia.

El importante coste de las obras a ejecutar llevó al concello a plantearle a Vicepresidencia la necesidad de contar con el apoyo económico necesario, de ahí que Francisco Rodríguez le trasladase a Bieto Seara la necesidad de que sea una de las actuaciones prioritarias.

Otras de las cuestiones que formarán parte de ese convenio de inversiones que reclama el alcalde, y que deben realizarse en el horizonte de dos o tres años, son los denominados centros cívicos y los de proximidad en los diferentes barrios de la ciudad, para dar respuesta a la demanda de los vecinos.