Fue apenas media hora, pero tiempo más que suficiente para recorrerse la plaza, despachar con algunos comerciantes, hacerse fotos con todo aquel que se lo pedía, recoger peticiones por escrito y meterse hasta la cocina de dos de los restaurantes más conocidos del centro de Bueu. Alberto Núñez Feijóo tiene una relación especial con Bueu y eso se nota en el trato de los vecinos, aunque desde hace años su refugio veraniego se haya convertido en un feudo del BNG en los comicios municipales. Esos fueron precisamente los deberes que le dejó Feijóo a su candidata, Berta Pérez, antes de marcharse: "Que os que votan por nós nas autonómicas e nas xerais o fagan tamén nas locais".

El presidente de la Xunta y del PP de Galicia llegó a Bueu con media hora de retraso sobre el horario previsto. La culpable fue una entrevista en directo para la radio en Pontevedra, aunque eso no le evitó algún que otro cariñoso reproche porque cuando llegó la plaza estaba casi vacía. "Hay que ver, nos tienes aquí abandonadas. Ya habíamos recogido el puesto y nos marchábamos, que también somos amas de casa", le dijeron un grupo de pescantinas. Eso sí, no se marcharon sin hacerse la foto con Feijóo para poner en el wasá. Antes, el antiguo jefe de la Policía Local y presidente de Robaleira, Luis Gómez, le entregó un escrito con las demandas de la séptima lista. El presidente se interesó por las recientes obras efectuadas en la plaza de abastos, promovidas por el Concello y financiadas con una subvención de la Xunta de Galicia. Durante su recorrido estuvo acompañado de Berta Pérez y del exregidor Tomás Barreiro, al que nada más ver saludó como "alcalde". Barreiro se encargó de preguntarle a más de un comerciante quién había construido la plaza de abastos y la respuesta de alguno, muy resabiado él, fue "don José Cuíña", en aquel entonces conselleiro de Política Territorial. Hablando con la responsable de una frutería el presidente de la Xunta recordó que en su juventud trabajó en un negocio familiar y él era el encargado "de poñer a etiqueta debaixo de cada produto co prezo".

Una vez concluido el paseo por el mercado de abastos salió a la calle y allí se encontró con la presidenta de la Asociación de Alfombras del Corpus de Bueu, a la que saludó efusivamente. A continuación entró al Meco para charlar con su propietario, justo en el momento en el que en el interior había una concejala del BNG, que prefirió mantenerse apartada y evitar el contacto con el rival político.

Y de allí a la cocina. O más bien a las cocinas. Primero a la del Pescador y luego a la del Estrella, donde a los fogones estaba su amigo y compadre Andrés Pérez. "Así que este non quixo ir na lista", le dijo al final en tono de broma a Berta Pérez. Antes de irse prometió volver a finales de julio, para pasar parte de sus vacaciones estivales en la Praia de Beluso. "Quedou moi ben despois das obras. Agora había que conseguir a bandeira azul, pero para iso hai que limpar a praia", dejó caer a modo de recado para el Concello en algún momento del paseo de ayer.

La agenda de Núñez Feijóo estaba cargada de actos, al igual que la de su candidata en Bueu. Antes de llegar el presidente de la Xunta Berta Pérez se desplazó a Santiago a entrevistarse con la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez, con la que mantiene una buena relación. "A pesar e grazas as obras do plan de obras da Deputación o rural de Bueu segue sendo o gran olvidado municipal. Temos que axudar para revertir unha situación que non se pode consentir en pleno século XXI e dotar as zonas dun bo saneamento", aseguró la candidata. Con la conselleira también habló del estado de la depuradora y del asfaltado de varias carreteras.

Pérez acabó la jornada en la Casa do Pobo de Beluso, con una nueva charla acerca del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).