El sector mejillonero gallego -productores, depuradores, comercializadores e incluso industrias conserveras- ha conseguido autorización de la Unión Europea para aplicar la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia, un distintivo de calidad que permitirá diferenciar al molusco de las aguas gallegas en cualquier parte del mundo.

Se trata de una excelente y ansiada noticia para el sector productor y transformador, que de este modo podrá diferenciarse y distanciarse de unos competidores directos que, como Chile, introducen molusco de menor calidad y precio en los mercados nacionales y europeos.

La noticia es tan relevante que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, quiso informar personalmente al sector bateeiro, flanqueado por la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, y el presidente del Consello Regulador Mexillón de Galicia, Ramón Dios. Xunta y Estado reunieron en Vilagarcía a mejilloneros, depuradores, cocederos y conserveros para animarlos a sacar el máximo provecho al marchamo de calidad que representa la DOP, concedida por vez primera a un producto del mar.

Galicia produce al año alrededor de 300.000 toneladas de mejillón, lo que significa aproximadamente el 95% del total consumido en España, el 50% de la UE y el 25% del consumo mundial. Esa producción, fruto de la explotación de 3.300 bateas, sirve para obtener anualmente unos 96 millones de euros; cantidad que se eleva hasta los 360 millones si se incluye la labor de depuradoras, conserveras y subsectores complementarios a la producción.

Todo esto, unido a la existencia de 15.000 empleos vinculados al sector, confirma que se trata de uno de los motores económicos de Galicia, de ahí las numerosas gestiones realizadas en los últimos años para lograr la DOP y el revuelo tras su consecución.

El Consello Regulador es el órgano que demandó este marchamo de calidad y que a partir de ahora se ocupará de su aplicación. También asumirá los controles del molusco para garantizar en todo momento que el etiquetado con DOP reúne las características exigidas en cuanto a rendimiento en vianda, procedencia y demás. A grandes rasgos, puede decirse que el consumidor final, el que adquiera un kilo de mejillón con DOP en Madrid, París, Roma, Berlín o Nueva Zelanda, podrá tener la certeza absoluta de que se trata de "Mytilus galloprovincialis", la especie cultivada en Galicia por el sistema tradicional. Ese consumidor tendrá garantías plenas de que compra mejillón de una batea gallega, de que está exento de toxina, que está depurado por empresas autóctonas -con agua de sus rías- y de que, en definitiva, es mejillón de la máxima calidad, rendimiento, tamaño, sabor y frescura.

Galicia exporta anualmente cerca de 35.000 toneladas de mejillón, sobre todo a Italia, Francia, Portugal, Alemania, México, Grecia, Estados Unidos y Bélgica, por este orden. A partir de ahora, con la aplicación de la DOP, esas exportaciones podrán incrementarse y el sector podrá consolidarse. Esa es la intención de los mejilloneros, la Xunta y la UE.