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La iglesia del Carmen tendrá su segunda torre gemela y calefacción radiante

- Esta semana comenzaron los trabajos para rematar el campanario izquierdo - La inversión es de 51.628 euros

Obras que comenzaron esta semana en la iglesia del Carmen. // G.N.

El párroco de Moaña, José Luis Muñiz, sigue adelante con el objetivo que se había marcado cuando hace siete años, en octubre de 2013, llegó a este municipio para hacerse cargo de las parroquias del Carmen y de Tirán, que es mejorar las respectivas iglesias y en el caso del Carmen concluir el proyecto de la nueva fachada, que se inició en 1985, y de sus torres gemelas en las que quedaban por ejecutar sus respectivos campanarios. En enero de 2017, comenzó la construcción del campanario de la torre derecha, que concluyó en unos meses; y esta misma semana ha empezado la obra del campanario de la torre izquierda, que se prevé que se prolongue unos dos meses.

La obra ya tenía licencia municipal desde octubre de 2018, pero no se había iniciado, quizás por cuestiones presupuestarias, ya que los trabajos, hechos en piedra, se elevan a 51.628 euros.

Tal y como consta en la licencia, el objeto del proyecto, del arquitecto José Díaz de la Iglesia, es construir el último cuerpo de la torre- campanario, en granito silvestre abujardado, compuesto por cuatro pilares, dos de los cuales rematan en un arco peraltado y los otros dos continúan hasta el entablamento de 4,38 metros. A continuación va una cornisa y más arriba una bóveda de seis gajos sobre un prisma cilíndrico de 6 caras de 0,80 metros de altura. La bóveda remata con un pináculo de 3,68 metros.

Las mejoras que el párroco del Carmen pretende para este templo no se quedan con el remate de la fachada, sino que van más allá, y aunque José Luis Muñiz, rechazó hacer declaraciones ayer sobre los trabajos, se ha sabido que pretende introducir mejoras de bienestar en el interior, como la colocación de suelo radiante de calefacción. Quiere que sus feligreses puedan estar en los actos religiosos sin el frío que pasan ahora, ya que el templo es helado.

Aunque las actuaciones del párroco han estado cargadas de polémica, como fue una de las primeras que tomó cuando decidió cerrar el atrio al uso público ya que se estaba utilizando como aparcamiento, lo cierto es que algunas de ellas, como en el caso de la restauración de la iglesia de Tirán, han sido objeto de un reconocimiento por parte del Colegio de Arquitectos de Galicia. No obstante, la financiación de las obras causó mucha polémica en su momento cuando el párroco pidió por carta a los vecinos colaboraciones de hasta 300 euros para este fin, aunque eran voluntarias.

Otra de las actuaciones polémicas del párroco fue la negativa a que el templo siguiera acogiendo conciertos laicos como los de Santa Cecilia, que siempre se hicieron en la iglesia, y otras programaciones, por no ser totalmente religiosos. Aquello generó críticas en la sociedad moañesa y nunca más volvieron esos conciertos salvo los de connotación religiosa.

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