María Jesús Otero Acuña es la responsable del grupo empresarial Acuña, que gestiona la naviera Nabia, el restaurante Casa Acuña y el camping de Ons, entre otros negocios. La empresaria bueuesa hace balance de un verano que ha sido atípico para el sector. .
- El Covid-19, ¿fue un lastre o en realidad ayudó a que acudiesen más visitantes en busca de un destino de naturaleza y aire libre después de que no se pudiese viajar en Semana Santa?
-La Covid ha servido de promoción para destinos como el nuestro, donde el aire libre, medio ambiente, playas paradisíacas y no aglomeraciones, han sido lo más buscado entre los turistas y visitantes cercanos. A pesar de la situación en la que nos encontramos, estamos seguros que un destino de naturaleza y en un entorno al aire libre, con limitaciones en el acceso ha sido fundamental a la hora de transmitir que el Parque Nacional Illas Atlánticas, era un destino seguro en el que se han puesto en práctica y aplicado todos los protocolos de seguridad.
- ¿Qué impresión les transmiten los visitantes tras su estancia?
-En general manifestaban su contento porque el buen tiempo ayudó a disfrutar más del entorno, del medio y de sus playas, de paseos... En algún momento, sobre todo en la hora de comida, en el restaurante y en el transporte en barco, si nos manifestó su preocupación porque notaban mucha gente, pero se les comunicaba en todo momento de que se estaban cumpliendo con la legislación vigente. Quizá en el ámbito del transporte público de viajeros es donde se suscitaban más dudas por cuanto se confundía el tema de la distancia con la autorización del aforo al 100%, fruto de una confusión generalizada en cuanto a la legislación. En ocasiones hemos percibido que la sobresaturación de información a la que estábamos sometida toda la población, generaba dudas ya que se informaba a modo general cuando a cada sector le era de aplicación diferentes protocolos y en ocasiones generaba confusión, sobre todo cuando se producían modificaciones prácticamente con periodicidad semanal o quincenal.
- En su caso, además tenían el reto de la zona de acampada en Chan da Pólvora.
-Esta temporada, al igual que todas las empresas que desarrollan su actividad en el ámbito turístico, el grupo de empresas Acuña se enfrenta a una situación compleja y llena de incertidumbre aunque esperanzados en la respuesta del turista que busca un destino en un entorno natural, al aire libre y alejado de aglomeraciones. Conscientes de la necesidad de transmitir una imagen de calidad todas las empresas del grupo, en base a la legislación aplicable y la información y recomendaciones de las autoridades competentes, han elaborado los protocolos requeridos con objeto de regular las medidas que se adoptarán en los servicios prestados para la prevención del contagio por el covid19. La finalidad principal de estos protocolos es establecer pautas de actuación para prevenir situaciones de contagio y actuar en las posibles situaciones que puedan surgir en el desarrollo de nuestra actividad, implantando una serie de procedimientos de actuación y guías, teniendo en cuanta las actividades propias de los centros de trabajo.
- Cíes sigue contando con más tirón entre los visitantes. ¿Qué es lo que buscan de diferente los visitantes que acuden a Ons?
-En Ons buscan tranquilidad, gastronomía, descanso, alojamientos exclusivos únicos, pero también vivir en un pueblo marinero en medio del mar. Quizá la diferencia fundamental es la historia de una isla habitada en la que la idiosincrasia del medio y la población isleña, que dota al destino Ons de un atractivo especial por su patrimonio e historia.
- Este es el segundo verano con el PRUG ya aprobado. ¿Qué aspectos se pueden mejorar para que las islas sean un destino atractivo y sostenible?
-Lo que se debería mejorar es el sistema de acceso y de reservas. También dotar a la isla de más control nocturno, el botellón ha sido un impedimento para el descanso y sobre todo, en este año, de un incumplimiento de las medidas implantadas, circunstancia que hemos comunicado a distintas administraciones. Así mismo, debería dotarse de un puesto continuo de atención sanitaria. Para todas estas cuestiones, prima la existencia de una interlocución permanente entre la dirección del parque y los vecinos y empresas que desarrollamos nuestra actividad, interlocución que en muchos momentos no es la deseable.
