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La falta de socorristas alienta la invasión de zonas de baño por barcos recreativos en playas de Cangas

Usuarios de varios arenales avisan que se pone en riesgo la seguridad de los bañistas y que no hay autoridad que le ponga freno

Este verano se ha detectado mayor presencia de barcos. // Gonzalo Núñez

Francón, Areacova, Menduíña, Barra o Arneles son algunas de las playas de Cangas que carecen de servicio de socorrismo y frente a las que suelen fondear embarcaciones deportivas, algunas sin respetar el espacio habilitado, traspasando la línea de balizas e invadiendo las zona de baño. Así lo denuncian usuarios de estos arenales y lo confirma la Policía Local, que desde el inicio del verano recibe llamadas y quejas sobre este incumplimiento, aunque advierte que este asunto no entra en sus competencias y las remite a la Guardia Civil o Capitanía Marítima para que actúen en consecuencia. Tanto la Benemérita como el órgano periférico de la Administración Marítima, dependiente del Ministerio de Transportes, han tramitado varias quejas e incluso se han realizado propuestas de sanción por importe de "varios miles de euros", pero los afectados reclaman que se destinen más recursos a la vigilancia y prevención "antes de que pueda producirse una desgracia", en palabras de una de las personas denunciantes.

Entre las protestas más recientes está la de un señor que veranea en el entorno de Arneles y alude a la "infracción de una ordenanza municipal" de uso y disfrute de las playas de Cangas -en concreto, el precepto de "varar o permanecer fuera de las zonas balizadas o señalizadas a tal fin"- para reclamar más implicación del Concello en el control de yates, veleros y motos de agua. Alega que así se hizo otros años, con propuestas de sanción de entre 1.501 y 3.000 euros para casos tipificados como "muy graves". La cuantía aplicada depende de la posibilidad de producir un riesgo o peligro para la salud y seguridad de las personas, al medio ambiente o al entorno, así como el "grado de intencionalidad o malicia".

También protesta una usuaria habitual de la playa de Menduíña, quien señala que es frecuente la entrada y salida de lanchas en la playa por una zona no delimitada para ello y que los infractores se saltan la ruta trazada. Asegura que es una infracción recurrente y que ya se han comunicado a la Policía Local y a la Guardia Civil para que le pongan coto a esas malas practicas. Al no disponer de socorristas, "no hay autoridad en la playa para tomar nota de los casos" y teme que puedan producirse accidentes y además no haya personal para una atención inmediata.

Las estadísticas confirman que las infracciones en el entorno de las playas se dan no solo en los aparcamientos de vehículos, donde sí se prodiga la Policía Local de Cangas, sino también en la delimitación entre zonas de fondeo de embarcaciones y área de baño. Las autoridades insisten en la obligación de "compatibilizar usos" y recuerdan la existencia de una normativa que obliga a ello -no se puede navegar frente a las zonas de baño a más de tres nudos (5,5 kilómetros/hora) ni invadir la franja de protección de 200 metros desde la arena, ni, por supuesto, rebasar la línea de balizas- con las correspondientes multas para los infractores. Pero los usuarios echan en falta alguna autoridad a pie de playa que, como los socorristas, puedan velar por su cumplimiento y servir de enlace para sancionar a los patrones o titulares de embarcaciones que no la respetan.

Con la proliferación de embarcaciones recreativas, el desarrollo de nuevas modalidades náuticas como el kitesurf e iniciativas empresariales basadas en el uso de artefactos náuticos de recreo, Capitanía Marítima de Vigo ha reforzado en los últimos años la normativa de prevención. Las "Normas de navegación y seguridad" en aguas de la provincia marítima de Vigo -que abarca desde A Guarda hasta la Ría de Pontevedra- son claras en todos los aspectos, sobre todo en cuanto a la seguridad de los bañistas, y a las obligaciones que deben asumir estos para su autoprotección, y también los patrones. Las administraciones creen que "cada vez hay más conciencia" aunque también destacan el "efecto" de las sanciones.

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