La Policía de Cangas ha abierto otro expediente sobre el chiringuito de Massó tras encontrarlo ayer, a las ocho de la mañana, todavía abierto y con clientes consumiendo, 12 horas después de que los agentes tuvieran que personarse en la zona y ordenar la suspensión de un concierto que congregaba a centenares de personas entre los asientos habilitados y el paseo de O Salgueirón. Además, algunas de ellas permanecían en las instalaciones sin respetar la distancia de seguridad y carecían de mascarillas de protección, infringiendo la normativa para prevenir los contagios de Covid-19. Las infracciones y su reiteración son "de mucha gravedad", advierte el alcalde, que se reunirá mañana con el jefe de la Policía Local y los servicios jurídicos para decidir las medidas a tomar, aunque ya apunta que serán "ejemplarizantes" para evitar que se produzcan "estos desmadres intolerables" que no se ajustan a la ley y ponen en peligro la lucha social contra la pandemia.

La Policía informó que los agentes del turno de mañana se desplazaron ayer a O Salgueirón para valorar la situación tras una noche "movida" por el desalojo del concierto multitudinario y comprobaron que el chiringuito seguía abierto, con varios clientes consumiendo y algunos de los presentes no llevaban puesta mascarilla, por lo que procedieron a denunciar a los infractores por saltarse la normativa y "poner en grave riesgo" a la población. Abundan en que hay denuncias "reiteradas" de vecinos por la concentración de gente y el incumplimiento de horarios de cierre, que remata a medianoche.

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La Policía irrumpe en un concierto en Cangas para desalojar a centenares de personas

Desalojadas cientos de personas en un concierto junto a la playa en Cangas

Horarios, ruidos y comidas, motivos de quejas

El regidor, Xosé Manuel Pazos, advierte que llueve sobre mojado en este asunto y que no va a tolerar esa dinámica. Ordenó realizar un "seguimiento estricto" de este tipo de instalaciones para "poner freno a este desmadre que no se puede consentir", y pone sobre la mesa el cierre cautelar de las infractoras.

Las actividades de los chiringuitos de verano traen de cabeza a los responsables del Concello de Cangas, que tramitan "decenas de quejas y denuncias" de vecinos y visitantes por incumplimientos de la normativa vigente. La más repetida, el cierre a altas horas de la madrugada, cuando el límite está en las 12 de la noche, pero también por la organización de conciertos y otras actividades que causan ruidos, la permisividad a la hora de saltarse la distancia interpersonal y el uso de mascarilla o la dispensación de comidas mas allá del pincho permitido.

Algunos visitantes llegan a pedir la tarjeta de acceso motorizado a las playas con la justificación de que tienen reserva para "comer en el chiringuito", cuando se trata de una actividad no permitida. No obstante, desde la Policía Local dejan claro que "no todos incumplen" y de lo que se trata es de fijar responsabilidades, sancionar a los culpables y que "no paguen justos por pecadores".

Otro concierto suspendido

Los responsables de Demoler Producións y O Chiringo de Massó pidieron, a través de las redes sociales, "disculpas a todos los que os desplazásteis y no pudísteis disfrutar del concierto de The Soul Jacket" y remiten a las declaraciones realizadas a FARO sobre lo sucedido.

También comunican la suspensión del concierto programado para la tarde-noche de ayer, con Thee Blind Crows, "por no poder asegurar que lo que pasó [el día antes] no se repita", y expresaron su deseo de "poder traerlos más adelante".

Añaden que a lo largo de la semana "informaremos sobre lo que pasa con los conciertos programados de aquí en adelante", y rematan dando las "gracias a todos por el comportamiento ejemplar que tuvísteis" el viernes.