La comarca de O Morrazo cuenta con un nuevo colectivo que aspira a ofertar una programación de educación no formal y ocio y tiempo libre a la infancia y la juventud de Cangas, Moaña y Bueu en riesgo de exclusión social. Ese es el objetivo más inmediato de la Asociación Amodiño, pero a medio y largo plazo el reto es optar a una vivienda de atención de día para menores y más adelante a una vivienda tutelada de atención integral para menores y un piso Mentor. Objetivos para los que resulta necesario el apoyo de los tres concellos y empresas de la comarca de O Morrazo. La entidad -cuyo nombre social ante la Xunta de Galicia es Asociación do Morrazo para a Infancia e Xuventude- ha iniciado ya el proceso para acercarse a los concellos y a la población para darse a conocer y cuenta con una sede en Bueu, en el lugar de A Portela.

La fundadora de Amodiño es la vecina de Moaña, aunque natural de Vigo, Alba Román, que trabaja como educadora en un piso Mentor en Vigo y Pontevedra. Después de establecerse en la comarca comenzó una investigación sobre la situación real a la que se enfrentan los departamentos de Servizos Sociais de los ayuntamientos y estableció una lista de prioridades centrada en los menores y los jóvenes. "O Morrazo, a pesar de tener una población tan numerosa, no tiene recursos para atender las necesidades que presentan la infancia y la juventud en riesgo de exclusión social, que dependen de las ciudades de Vigo y Pontevedra", explica. La consecuencia es que en muchas ocasiones esos menores deban realizar grandes desplazamientos para poder atender una serie de necesidades vitales para su desarrollo personal y psicológico. "Al final, por dificultades económicas o temporales no pueden aprovechar los recursos que necesitan, unos recursos que si estuviesen más cerca de su entorno no les implicaría tanto esfuerzo y sería más sencillo y efectivo atender sus necesidades y equilibrar la balanza de las oportunidades entre la sociedad menos favorecida", argumenta la presidenta de Amodiño.

El primer objetivo a corto plazo es la puesta en marcha de programas educativos en colaboración con los ayuntamientos de Cangas, Moaña y Bueu para priorizar la atención a las personas y familias más vulnerables. Los principales proyectos que se quieren impulsar pasan por un programa de prevención de drogodependencias y conductas adictivas, apoyo pedagógico y oferta de actividades lúdicas y sociales, itinerarios de inserción laboral personalizados y programas de cohesión familiar.

Los objetivos más ambiciosos de la Asociación Amodiño pasan por acceder a un concurso público de la Xunta de Galicia para poder ofertar una vivienda de atención de día para menore y en última instancia una vivienda tutelada de atención integran y un piso Mentor, donde los usuarios pueden adquirir la autonomía personal y la formación laboral necesarias para afrontar la vida de manera independiente. La directiva reconoce que este camino no será sencillo e implicará un trayecto largo. "Van a ser necesarios varios años de rodaje y trabajo conjunto con los ayuntamientos, además de mucha financiación económica", admite Alba Román.