"Un gobierno sin rumbo", resume el PP de Cangas para ilustrar un nuevo desencuentro entre sus socios con el servicio del agua como telón de fondo. Los populares consideran grotesco que en el orden del día del próximo pleno, convocado para el viernes 31, aparezcan sucesivamente las propuestas de aprobación de la red de saneamiento desde la estación depuradora de Donón al bombeo de Viñó, la reparación y puesta a punto de la EDAR de Balea y la apertura de un nuevo expediente de resolución del contrato con la UTE Gestión Cangas, empresa concesionaria del servicio y a la que se insta previamente a realizar las inversiones. "Ellos mismos presentan una propuesta y la contraria para su aprobación", resume el concejal Pío Millán, y recuerda que ya es la tercera vez que se debate la rescisión contractual, promovida por el edil Mariano Abalo "en connivencia con el alcalde", aunque las dos anteriores caducaron sin resolución alguna tras un arduo trabajo administrativo y un fuerte desembolso de las arcas municipales que no han servido para nada.

Desde el Partido Popular abundan en que el bipartito cangués navega con espíritu de contradicción. "Mientras una parte del gobierno quiere mantener la continuidad de la concesionaria del servicio, ayudando a que la empresa cumpla sus obligaciones de inversión y agilizando los proyectos de inversiones", la otra, como Abalo a la cabeza, "propone por tercera vez rescindir el contrato", escenificando un ejecutivo "sin criterio y con posturas totalmente contrapuestas".

Recuerda Millán que los dos expedientes de rescisión anteriores, en 2017 y 2018, "caducaron sin resolución alguna, por inoperatividad y desidia del gobierno de Cangas", lo que constata que su objetivo es "hacer ruido con titulares en la prensa, pero no ir más allá ni buscar solución". Para el PP son dos nuevos ejemplos "ineficiencia administrativa", pues hay detrás un largo trabajo del personal público y también un elevado coste económico por "varios informes externos y auditorías que superan los 150.000 euros". "Es decir, se tira a la basura el trabajo propio y el gasto" , que presentan como "un ejemplo más de una gestión nefasta". Someterlo a debate plenario por tercera vez supone "otra tomadura de pelo a la ciudadanía", a la que llevan "cinco años engañando" con soluciones como la de "municipalización ya".