Varios empresarios con negocios de hostelería en la zona de la "movida" canguesa -Avenida de Marín y aledaños- han hecho llegar al alcalde su malestar por la proliferación de jóvenes practicando "botellón" de madrugada a las puertas de sus establecimientos, sin adoptar las necesarias medidas de higiene y protección exigidas. Alegan que las calles se llenan de gente consumiendo bebidas, con las consiguientes consecuencias de ruido, suciedad y molestias al vecindario, mientras el sector cumple las obligaciones al mismo tiempo que merman sus ingresos.

El regidor, Xosé Manuel Pazos, reconoce que la situación no es la deseable y que el Concello carece de medios para corregirla. Se comprometió a pedir a la Subdelegación del Gobierno que refuerce la presencia de la Guardia Civil, sobre todo las madrugadas del fin de semana, para hacer cumplir la ley.