El Concello de Bueu ha acordado la suspensión de la Festa do Polbo -que iba a celebrar su vigesimoprimera edición el próximo mes de agosto- ante la imposibilidad de garantizar unos protocolos de seguridad sin que el certamen perdiese su esencia. Lo que era un secreto a voces y una consecuencia lógica de la crisis del coronavirus se hizo ayer oficial. Bueu no celebrará uno de sus eventos más multitudinarios no solo del verano, sino también del año, quedando a la espera de tiempos mejores.

"Creemos que no era el momento de organizar una actividad que reúne a tantas personas y que por sus características hacía complicado poder garantizar la seguridad de todos los asistentes", afirma la concejala de Economía, Emprego e Turismo, Silvia Carballo. La edil defiende que la verdadera esencia de la Festa do Polbo trasciende lo puramente gastronómico, "y va más allá de degustar el producto, sino que también es compartir mesa y experiencias incluso con desconocidos. Era algo bonito, una convivencia entre la gente, pero eso no se podría mantener".

Los protocolos de limpieza, desinfección y seguridad que exigen las condiciones de la normalidad post-coronavirus convertían en inviable una fiesta que ante todo tiene un carácter popular. Asumir la limpieza de mesas y sillas, regular la entrada y salida, mantener las distancias y evitar aglomeraciones o acometer la desinfección de los baños supondría un esfuerzo ímprobo tanto a nivel humano como económico que hacen la celebración de la fiesta inviable. La Festa do Polbo reunía a miles de personas durante tres días, en los que la carpa instalada en A Estacada registraba llenos. Las 600 sillas del lugar estaban prácticamente ocupadas al completo durante las horas centrales del día, a lo que había que sumar las numerosas personas que hacían cola para lleva la comida a casa, bien por decisión propia, bien por la imposibilidad de encontrar un sitio libre.

Con todo, la intención del departamento que dirige Silvia Carballo es la de programar durante el mes de agosto algunas actividades para promocionar a dos de los sectores "que más están sufriendo durante esta pandemia", tal y como asegura la edil, el del mar y la hostelería. En esta línea, Carballo ya ha mantenido una reunión con representantes de la Asociación de Hosteleros y en próximos días hará lo propio con el patrón mayor de la Cofradía San Martiño de Bueu, José Manuel Rosas, para coordinar las posibles acciones que se llevarían a cabo.

Las ideas que se barajan son las de realizar la promoción en los mismos locales de hostelería, pero también realizar algún acto de promoción que vaya más allá de lo puramente gastronómico, de la degustación de productos. "Siempre programamos alguno, pero este año se va a reforzar este apartado al no poder hacer la Festa do Polbo", sentencia la concejala buenense.