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La campaña del pulpo arranca con capturas paupérrimas y confirma los peores augurios

Bueu no llegó siquiera a los 500 kilos frente a los 2.700 del año pasado - Ningún barco logró cubrir el cupo máximo autorizado

La tripulación de un barco desembarca un "capacho" en Bueu. // S.Á.

El sector del pulpo parece encontarse en una cuesta abajo que no tiene fin. La apertura de la temporada del año pasado fue mala y en aquel entonces muchos decían sin ambages que era la peor en mucho tiempo. Los datos que en aquel momento parecían tan sumamente pésimos hoy serían acogidos como agua de mayo. Porque la nueva campaña del cefalópodo arranca peor. Mucho peor. El primer día en la lonja de Bueu se saldó con unas capturas que no llegaron ni a los 500 kilos. Nada que ver con los casi 3.000 de los dos años precedentes o los 4.000 de 2017.

El puerto bueués es un buen termómetro del estado de este recurso y los primeros barcos empezaron a llegar a partir de las 13.00 horas, aunque la mayoría retrasó su desembarco a partir de las 15.00 horas. Descargas que eran rápidas de contar y valorar, con apenas una caja o un "capacho" con pulpo. La mayoría regresaron a tierra con una media de 20 kilos. Los más afortunados llegaron hasta los 30 y entre los menos hubo quien volvió con apenas 15 kilos. O incluso por debajo de los 10. "Una embarcación con dos tripulantes a bordo tiene autorizados hasta 90 kilos de pulpo, pero están volviendo con solo 20", ilustraba el patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Manuel Rosas.

Muchos renunciaron siquiera a dar un segundo lance con las nasas. "¿Para qué?", se preguntaba con resignación José Golobardas, patrón del "Áncora Seis". "Nunca había visto un inicio de campaña como este", añadía a bordo de su barco. En el puerto de Cangas la situación y las cifras eran muy similares, con capturas por debajo de 200 kilos e importes entre 5,50 y 8,50 euros.

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La campaña del pulpo arranca con capturas paupérrimas y confirma los peores augurios

Nadie se acercó siquiera a los topes máximos autorizados por la Consellería do Mar para los dos primeros meses de la campaña. 30 kilos por barco y otros 30 por cada tripulante enrolado y a bordo. Una verdadera quimera.

La sensación es que hay menos pulpo que antes incluso de la veda. "Ya era algo preocupante entonces y ahora aún más: no encuentran ni grande ni cría", explica Rosas. El primer día de la campaña se estrenó con precios similares a los del cierre de la anterior: ocho euros el kilo para el pulpo grande, siete para el mediano y seis para el pequeño. "A lo mejor en otras circunstancias serían buenos, pero con este nivel de capturas no lo son. Hoy [por ayer] casi todos los barcos vuelven a puerto empeñados porque nadie ganó siquiera para pagar la carnada", asegura el patrón mayor de Bueu.

Ahora surgen algunas voces que lamentan que la anterior campaña no parase antes para dejar más tiempo para el desove de la especie. De hecho, el sector vuelve al mar después de la veda más corta de los últimos años: solo un mes -el de junio- frente al mes y medio de ejercicios anteriores. "Tenemos que sentarnos, replantearnos muchas cosas y ver si hay algo que cambiar", reconoce José Manuel Rosas.

El presidente de la federación de cofradías reconoce que ve el futuro de este sector con preocupación. "Hay que ver si esto va a ser algo puntual o si va a ser algo normal. Si es así la situación sería bastante preocupante y sería el momento de hacer una reflexión en voz alta e intentar buscar soluciones", sentencia.

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