Los vecinos de la parroquia de Domaio están dispuestos a todo si no reabre la oficina de Abanca, que es la única sucursal bancaria que tienen en la localidad y que al estar cerrada al público tienen que desplazarse a la más próxima que está en Riomaior, en el municipio de Vilaboa. Desde la Asociación de vecinos Monte Faro aseguran que hay gente que al no tener coche propio, tiene que ir en taxi.
Ayer mismo, Luis Varela y otros miembros de la asociación acudieron a la sucursal, que permanece abierta con trabajadores pero a puerta cerrada para los clientes, a preguntar por qué no reabría después del cierre obligado por la pandemia del coronavirus. Desde allí y con el director d e la sucursal llamaron a la alcaldesa, Leticia Santos, que también se había comprometido a realizar gestiones, pero a día de ayer seguía sin noticias de la entidad. El director quedó en solicitar una reunión con el delegado de zona de Abanca en la que también participe la alcaldesa, para buscar una solución y que la oficina reabra. Temen que vaya a cerrar de forma definitiva.
