La playa de Menduiña, en Aldán, fue la protagonista ayer de un susto cuando una niña se cayó en las rocas que le provocó una brecha en la cabeza. Los usuarios que estaban en el arenal comprobaron cómo para estos casos la presencia de socorristas alivia mucho una situación que se puede tensar por momentos, sobre todo cuando llegó la ambulancia y no tenía sitio donde aparcar. El espacio reservado para estos vehículos estaba ocupado.