Ya es oficial. La junta de gobierno de Cangas aprobó esta semana las restricciones del tráfico rodado a la zona de playas, de la que quedan excluidos los arenales de Nerga, Menduiña y Liméns, por ser vías de titularidad provincial y los de Rodeira y Vilariño, por estar situados en entorno urbano y con vías autonómicas y provinciales con trazado paralelo a las mismas.
La propuesta adoptada por la junta de gobierno, y que entrará en vigor a partir del próximo día 1 de julio, consiste en la colocación de seañales verticales de entrada prohibida con placa adicional, excepto a vehículos autorizados. La ubicación de las señales coincidirá siempre con el inicio del vial o en su caso en la confluencia más próxima al arenal que permita desviar el tráfico con seguridad. También se hace constar ya por escrito, gracias a este acuerdo de la junta de gobierno, que la limitación de acceso de vehículos a las playas no será de aplicación a residentes del municipio o vivienda de segunda residencia, a discapacitados o personas con movilidad reducida, familiares o visitantes de viviendas situadas en zonas restringidas, a clientes de bares, cafeterías o restaurantes, hoteles y alojamientos turísticos y aquellos casos que la Policía Local considere debidamente justificados. Los vehículos que pagan el impuesto de rodaje en Cangas no precisan la tarjeta, ya que el scan policial realiza una lectura automática de las matrículas.
En la propuesta de la Jefatura de la Policía Local de Cangas que se elevó a la junta de gobierno se hace constar a que la situación de excepcionalidad, aparejada a las medidas de prevención y control del covid-19 permiten a los concellos adoptar acuerdos, por medio de sus órganos de gobierno, que limiten o regulen la movilidad de las personas y los vehículos, dentro de espacios o vías públicas de titularidad. Se recuerda que la propia normativa de tráfico y seguridad viaria establece las competencias de los concellos en la ordenación, regulación y señalización de las vías públicas de su competencia, así como el control por medio de la Policía Local.
La Policía Local tiene la intención de acudir hoy a inspeccionar las zonas para determinar el lugar exacto del emplazamiento de las vallas, que se empezarán colocar la próxima semana.
El Concello de Cangas cuenta con más de 30 playas y, según se hace constar en el acuerdo municipal, una situación de masificación de personas en los arenales y de vehículos en sus accesos. "Por lo tanto , las medidas de control deben constar, en este año 2020, como medidas excepcionales que permitan minimizar los riesgos de contagio del coronavirus, respetando distancia de seguridad y también disminuyendo el aforo.".
En la misma junta de gobierno, sus miembros aprobaron también el diseño de la tarjeta que otorgará el Concello de Cangas a las personas que puedan entrar en la zona de playas (para los cangueses no hace falta). En la tarjeta debe figurar el nombre y la actividad, la matrícula del vehículo y las fechas para las que se quieren la autorización.
Hasta ayer, el número de solicitudes para obtener la mencionada tarjeta alcanza ya las 700. El departamento de Mobilidade es quien se ocupa de expedir las tarjetas. Para el control de acceso de vehículos, el departamento de Mobilidade, dependiente de la Alcaldía y de la Jefatura de la Policía expedirá la tarjetas que tendrá la vigencia de dos meses: julio y agosto. Para conseguir el mencionado permiso hay que ponerse en contacto con el correo electrónico mobilidade@cangas.gal o el teléfono 687335143, y se entregarán los lunes, miércoles y jueves en las dependencias municipales. No se sabe todavía a cuánto ascenderán las multas por infringir la normativa municipal de restricción de acceso de tráfico rodado a las playas. La mayoría de los solicitantes no son aquellos que tienen una segunda residencia, sino los que van a estar alquilados en pisos o viviendas turísticas.
Por su parte, la Asociación de Vecinos de Viñó no está de acuerdo en absoluto con que se ponga un cupo de coches para los "leiraparkings" y, sin embargo, se deje aparcar en la aldea. "No estamos dispuestos a que los que nuestra aldea se convierta en un ir y venir de personas andando por la carretera y caminos para venir a la playa. Situación que desde el Concello no se va a prohibir. Necesitamos seguridad y de esa forma no la vamos a tener. Por eso propusimos que los leiraparkings fuera los que ejercieran el control con un registro de vehículos diario. Y por estar situados más próximos a los arenales. Los vehículos aparcados en nuestros caminos o la gente andando masivamente por nuestra aldea no ayuda en el control sanitario del covid", manifiesta la presidenta del colectivo de vecinos de Viñó, que ayer presentó un escrito por registro municipal.
El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, ya manifestó que la Policía Local estaría atenta a la hora de controlar los aparcamientos en playas y sancionaría con dureza. El regidor está convencido de que en las playas exentas del citado control de acceso, éste se realizara de forma natural, como consecuencia de que no se va a permitir a los aparcamientos en playas un cupo mayor de 50 vehículos y que se vigilará de forma muy estrecha las pocas zonas de aparcamiento permitidas en las vías que dan acceso a las playas. "Si no encuentran sitio para aparcar tendrán que dar la vuelta", manifiesta el alcalde.
