Medio centenar de familiares de usuarios de la residencia de mayores de DomusVi en Aldán celebraron, la mañana del domingo, su segunda concentración a las puertas del centro para exigir mejoras en la atención de los usuarios y también para reclamar transparencia a la hora de conocer el dato exacto de fallecidos por el brote de Covid-19 que se ha logrado superar. De hecho, en gran parte de los carteles que portaron hablaban de "37 o 38 víctimas" durante este periodo, aunque se desconoce cuántos perecieron realmente por el coronavirus y cuántos por otras causas. El recuento oficial está sensiblemente por debajo de esta cifra.

Como demanda principal piden que se refuerce el equipo de psicólogos del centro, que ahora cuenta con un solo profesional "y es insuficiente, porque el Covid-19 y el aislamiento produjeron un gran impacto en el ánimo de nuestros mayores". Por ello esperan que el equipo médico del geriátrico elabore "un análisis físico y psíquico" del estado de cada usuario "y eso requiere a más profesionales".

Reconocen, los familiares, que DomusVi ha reforzado la plantilla tras la salida del personal del Sergas, duplicando la atención nocturna con hasta cuatro auxiliares e incrementando a siete el número de enfermeros. Pero insisten en que todavía es insuficiente, "además no se cubrieron las 11 bajas de auxiliares. Estamos por debajo en el ratio de profesionales por usuario y la Xunta lo consiente", critica Raúl Novas en representación de "Vellez Digna".

Piden también una mejora "en la comida y la hidratación de nuestros ancianos" y que se les explique porque "no todos los fallecidos fueron trasladados antes a las UCIs de los hospitales, cuando tenían camas disponibles".

Consideran que buena parte de estos problemas se podrían solventar si la dirección del centro acepta crear una mesa de diálogo con representantes de familiares y trabajadores del geriátrico "para poder reunirnos cada cierto tiempo, hacer un balance del funcionamiento y canalizar las peticiones de mejoras". Apuntan a que mantendrán las concentraciones hasta lograr estas mejorías.

El día a día en la residencia canguesa recupera paulatinamente la normalidad. Este viernes regresaron los 10 mayores que habían sido trasladados a la residencia de la Xunta en Patos, por precaución al haberse librado del brote de Covid-19. Desde finales de mayo el centro de Aldán está libre del virus y los mayores vuelven a participar en actividades, aunque de momento en grupos reducidos de personas.

Visitas

Las visitas de familiares a los usuarios de la residencia de Aldán se retomarán el lunes 22, después de tres meses sin contacto. Será de momento un régimen de visitas restrictivo, con cita previa y tiempo limitado, aunque se espera relajar las normas poco a poco.

Ayer los concentrados explican que "estamos deseando visitar a nuestros ancianos. Sabemos que habrá varias fases pero esperamos que relajen las exigencias porque ahora mismo la mejor rehabilitación para los mayores es poder ver por fin a sus familias", apuntan. Una de las concentradas explicaba que de momento no les cogen cita previa para concertar las visitas. "A ver si la próxima semana podemos pedirla".

La protesta concluyó con los familiares colgando crespones negros en la valla perimetral.