El Concello de Moaña, en colaboración con la asociación de animación A Illa dos Ratos, retomó ayer el programa de rutas de senderismo y culturales para este verano "Descubre Moaña" con una primera por las cinco canteras del municipio. La única que sigue visible es la de O Cocho (explotada en 1926), en donde se puede entrar a un antiguo barracón abovedado. El terreno es una concesión de la Autoridad Portuaria de Vigo aunque sin uso y hace un año fue talado por lo que la instalación es más visible. En O Cocho fue en donde comenzó la ruta que recorrió en Meira las zonas en donde antiguamente había canteras desde donde se extraían las piedras para los rellenos del puerto vigués; como la de Arroás, elegida por el empresario Enrique Lorenzo, impulsor de Vulcano, para crear Conservas A Guía (1959); A Laxe (que hoy es la Estación Depuradora de Aguas Residuales EDAR de Moaña); O Latón (1908), en cuyo espacio se levantó el gran astillero de Ascón (1959); y A Borna (1908), en donde está la playa del mismo nombre.

La ruta, guiada por los miembros de A Illa dos Ratos Óscar Rodríguez y Sara González, y coordinada por la concejala de Turismo de Moaña, Coral Ríos, comenzó a las 10.30 y se prolongó por espacio de dos horas. A esta primera se anotaron 45 personas, pero hubo que seleccionar solo a 20, por orden de inscripción, debido a las medidas que impone la desescalada por el Covid-19, que no permite más de este número, aunque a partir de esta semana ya serán 30. Había personas de hasta 70 años, de mediana edad y familias con niños pequeños, todos de las proximidades de O Morrazo, Vigo y alguno de Pontevedra.

Los guías explicaron que antes de la explotación intensiva de las canteras, la extracción de piedra ya venía siendo realizada a pequeña escala por canteros, pedreros y particulares a través del rebusco y "romper piedra", para pequeñas obras. El inicio de explotación mediante concesión estuvo relacionado con las necesidades de piedra por parte del puerto de Vigo que necesitaba hacer rellenos en primera linea de costa para poder atender el tránsito de grandes transatlánticos y para la flota pesquera de la ardora.

Fue entonces cuando debido a la cercanía entre Moaña y Vigo varias empresas decidieron explotar las grandes canteras. Al principio el trabajo era manual aunque fueron implementándose innovaciones como la instalación de un sistema de railes por el que se desplazaban vagonetas que acercaban la piedra a la zona de embarque utilizando caballos percherones primero y electricidad despúes. En el día a día, el uso de dinamita, el polvo en suspensión, el humo de las grúas de vapor y la gran carga física del trabajo hacían que los trabajadores de la cantera realizaran sus funciones en unas condiciones penosas, por lo que se acabaron organizando en sindicatos como la sociedad de canteros y oficios varios de Moaña "La Internacional"". Con el paso del tiempo y a medida que esa actividad fue cesando, esos espacios originados por la extracción de piedra fueron ocupados por otras importantes actividades industriales.

Otras rutas

Las personas que quedaron sin plaza en la ruta de ayer quedan en una lista para cubrir alguna baja o para la siguiente que se haga dentro de este programa que se prolongará durante todo el verano -sábados y domingos- abarcando la literatura, la naturaleza y la historia. Hay una ruta literaria denominada "O último barco" que recorre los escenarios de la novela de Domingo Villar en la parroquia de Tirán; otras dos que recorren el sendero da Fraga y del Rialdarca y otra por San Martiño, la cuna histórica de Moaña.