A estas alturas los alfombristas de Bueu deberían estar hasta arriba de trabajo preparando el material y dando los últimos toques a sus diseños para confeccionar las alfombras florales del Corpus, que se celebraría dentro de justamente dos semanas. La crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus impedirá que este evento, declarado Festa de Interese Turístico de Galicia, pueda desarrollarse tal como suele ser habitual. Aun así los alfombristas no quieren arrojar la toalla y trabajan con el Concello de Bueu y la Iglesia en una celebración de carácter simbólico, que consistiría en la confección de un gran tapiz delante del templo parroquial.

La iniciativa parece que cuenta con el apoyo de todas las partes y desde la Concellería de Cultura avanzan que durante esta semana se intentará concertar una reunión para concretar los detalles. Desde la Asociación Alfombras Corpus defienden que esta fiesta cuenta con una "tradición centenaria y no podemos dejarla pasar de largo como si no existiese, es nuestra responsabilidad como pueblo". La presidenta de los alfombristas, Carmen Santos, reconoce que es evidente que "no podemos hacer lo que nos gustaría, pero sí que podemos hacer algo".

La propuesta pasa por elaborar una alfombra en el exterior de la iglesia parroquial, que de alguna manera deje un testimonio simbólico de que la tradición sigue viva pese al coronavirus. "Nosotros ayudaremos en lo que esté en nuestra mano, estamos de acuerdo en que al tratarse de una Festa de Interese Turístico es bueno hacer algo", concede el edil de Cultura, Xosé Leal. Desde la Iglesia también ven con buenos ojos esta opción, aunque el párroco, José López, recuerda que no podrá haber procesión porque de momento no están autorizadas. Lo más probable es que la celebración sea con la misa dominical de las 12.00 horas.

Mientras tanto los alfombristas de Bueu siguen activos. El Covid-19 ha frustrado la celebración del VIII Congreso Internacional de Arte Efímero, una cita que se celebra cada dos años y que en esta ocasión iba a ser en Tokio. La Comisión Gestora Internacional de Entidades de Arte Efímero propuso a las delegaciones que tenían previsto participar que elaborasen una alfombra conmemorativa en sus respectivos lugares bajo el lema "Soñando Tokio". Una forma de mostrar su apoyo a la capital nipona y de mostrar que, aunque fuese de manera virtual, "estaremos presentes allí, en los corazones de los alfombristas y abiertos al mundo".

Los trabajos realizados por las 26 delegaciones se han dado a conocer a través de las redes sociales. Desde Bueu elaboraron un diseño basado en la imagen de una geisha, con unas medidas de 5x3,5 metros. A partir de su cabello se forman las olas del mar, sobre el que navega un barco como el que aparece en el escudo oficial de Bueu. También se ve un faro y al fondo una representación del archipiélago japonés.

La tradición alfombrista gallega ha estado representada a través de la Federación de Asociacións de Alfombristas Galegos de Arte Efémero (Fagaarte). La federación propuso un gran diseño colectivo formado por nueve recuadros, con unas medidas aproximadas de 1,18x72, para representar la unión entre Galicia y Japón. Cada uno de sus cuadros fue confeccionado por alfombristas de distintas localidades gallegas. Desde Moaña se encargaron de plasmar una escena del sol poniente con las islas Cíes al fondo, una especie de contraposición al sol naciente que representa Japón. Desde Bueu se encargaron de un dibujo en el que se reflejan la catedral de Santiago y la Torre de Hércules.