El gran infierno de la pandemia de Covid-19 en la comarca de O Morrazo había sido la residencia de mayores de Aldán, que tuvo que ser intervenida por la Xunta después de un brote que afectó a 105 de los 150 infectados al inicio de la pandemia. En las primeras semanas el número de fallecidos no paró de crecer hasta llegar a los 26, entre los que perdieron la vida en el propio centro y los que lo hicieron tras su ingreso en un centro hospitalario. Poco a poco la salud de los mayores se fue estabilizando y desde hace semanas solo se reportan curaciones. Esta misma mañana se conoció por fin la gran noticia de que ninguno de los usuarios está ya contagiado de coronavirus. Los dos últimos que quedaban como positivos esta semana han superado la enfermedad según los tests recién conocidos.

Apenas resta como positivo algún trabajador que está aislado en su vivienda. A nivel gallego, la gran crisis en las residencias está en vías de solucionarse con 41 usuarios contagiados de coronavirus en estos momentos y un incremento diario del número de curados.