El confinamiento impidió a los vecinos que trabajan sus fincas agrícolas plantar a tiempo muchos productos como legumbres. Ahora el periodo apto está cerca de acabarse y las fincas echan humo. Tanto que incluso con el sol abrasador de esta semana no son pocos los que, sacho en mano, trabajan toda la tarde en su finca. Las tiendas agrícolas, por otro lado, están haciendo su agosto en pleno mes de mayo. No es extraño ver colas en sus accesos y los puestos de este tipo de productos en los mercadillos también tienen una alta demanda.

Los mercadillos recuperan su vitalidad

Poco a poco los mercadillos ambulantes recuperan su tamaño y vitalidad en la comarca. Moaña acogió ayer el primero con permiso para los puestos de ropa y calzado, que se sumaron a los alimentos, productos agrícolas o flores. El Concello aumentó a lo largo de la alameda el espacio disponible para garantizar la distancia de seguridad. De los 35 que acudían antes del confinamiento, ayer instalaron sus puestos 25 vendedores. El sábado, cuando se suelen desplegar un centenar de puestos, está prevista una mañana de mucho ajetreo en la alameda moañesa, ante las previsiones de una jornada soleada.