En atención a la "especial vulnerabilidad" de las personas con movilidad reducida u otras discapacidades físicas o psíquicas, el Concello de Cangas tiene la intención de reservarle espacios en las playas del municipio que le garanticen cierto aislamiento con otros usuarios. La iniciativa tiene en cuenta las dificultades de estas personas para apartarse de la muchedumbre que suele tomar los arenales cangueses durante el verano y de beneficiarse del distanciamiento interpersonal ordenado por las autoridades para evitar contagios por coronavirus. La playa urbana de Rodeira, así como la de Areabrava, en la parroquia de O Hío, son las dos principales candidatas a acoger dichos espacios restringidos, aunque la decisión definitiva aún no está tomada, a la espera de resolver algunos flecos, según anuncia la concejala de Servizos e Turismo, Aurora Prieto.
La edil ha mantenido durante las últimas semanas conversaciones sobre este asunto con representantes de colectivos implicados, entre ellos el de familiares de personas con discapacidad intelectual Aspamsim, que demandó la medida, complementaria a la dotación de sillas anfibias que están disponibles en media docena de arenales de Cangas en los últimos años. Abogan por espacios señalizados o delimitados con elementos sencillos en zonas de los arenales de más fácil acceso y próximas a los servicios de socorrismo. Se da por hecho que el arenal de Rodeira, en la ría de Vigo, dispondrá de esta novedad y, aunque también se baraja Areamilla, la edil es más partidaria de llevarla a una playa de la ría de Aldán para "diversificar", y Areabrava se presenta como la alternativa más sólida.
También se está valorando la posibilidad de que los propios colectivos implicados dispongan de acceso libre a las sillas anfibias, a la espera de poner en marcha un operativo de socorrismo y salvamento que no se desplegará hasta bien entrado el verano, probablemente a mediados del mes de julio, según las previsiones del ejecutivo cangués. Aurora Prieto recuerda que el estado de alarma sigue activo y además debe analizarse la evolución de la pandemia de covid-19 antes de dar más pasos. En todo caso, recalca que, a pesar de que el Concello ha renunciado este verano a las banderas azules, habrá socorristas en las playas, "aunque algunos menos que el anterior" y el habitual apoyo de Protección Civil.
