La banda madrileña La Juventud acaba de estrenar el videoclip de su canción "Tremendo", un trabajo que está cosechando excelentes críticas debido a su calidad y originalidad gracias al uso de películas y fotografías centenarias de la Filmoteca Nacional y Biblioteca Nacional y la aplicación de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial. El resultado hace justicia al título de la canción y parte del mismo se ha realizado desde Bueu, donde pasó su confinamiento Miguel Espada, socio de uno de los estudios que firma este videoclip que ya se puede ver en Youtube y Vimeo. El creativo trabaja habitualmente desde Madrid, pero está relacionado con la villa de O Morrazo a través de su pareja y desde aquí realizó su parte del proceso.
"Nuestro estudio [Espadaysantacruz] está especializado en la publicidad y el diseño, sectores que sufrieron un parón importante durante el confinamiento. Así que aprovechamos para buscar nuevas formas expresivas independientes de la coyuntura", explica desde su vivienda de A Carrasqueira Miguel Espada. Así les llegó la propuesta para realizar el videoclip de "Tremendo", una canción de sonido rock y garage, con la colaboración de NYSU, el estudio de Jesús Hernández y que fue quien propuso la idea al grupo.
Las restricciones del estado de alarma impedían rodar un videoclip al uso y fueron la excusa perfecta para investigar, explorar y hasta divertirse con la infinidad de posibilidades que ofrece la tecnología. El vídeo, de algo más de dos minutos de duración, está montado con material de archivo de la Filmoteca Española. "En concreto usamos la excelente colección Sagarminaga, que contiene escenas costumbristas y documentales de finales del siglo XIX y principios del XX", cuentan Miguel Espada. El fragmento más antiguo empleado para el videoclip data de 1896 y el más moderno de 1904.
Todo el material se remasterizó y procesó utilizando íntegramente técnicas de inteligencia artificial. Así, se emplearon algoritmos de "deep learning" [aprendizaje profundo] que colorearon las imágenes, originalmente en blanco y negro, para darles una estética y apariencia contemporánea. Para completar el trabajo se recurrió a la tecnología de los "deep fakes" para generar movimiento en el caso de las imágenes estáticas. "Ellos tuvieron que grabarse cantando la canción de una determinada manera y nosotros lo que hicimos luego fue manipular las fotos con esta tecnología para hacer coincidir los gestos", expone Miguel Espada, con lo que se consigue que esas personas retratadas hace más de un siglo sean las que aparentemente canten la canción.
Fue un trabajo de un mes y medio para un resultado final de algo más de dos minutos, que desde Espadaysantacruz Studio definen como "un experimento y una pieza artística" más que como un trabajo comercial. Un videoclip con una narrativa que contrasta radicalmente con el momento que se estaba viviendo. Un contraste consciente y deliberado. "La colección Sagarminaga está compuesta por un centenar de fragmentos documentales, como la llegada del tren o un desfile militar, y otros de carácter costumbrista, como una comida, payasos, cómicos, acróbatas... Cuando se hizo el videoclip no se podía salir ni hacer muchas cosas a las que estamos habitualmente acostumbrados y por eso seleccionamos imágenes que tuviesen que ver con salir, la alegría o el juego", afirma Miguel Espada.
"Tremendo" es el primer videoclip realizado con material de archivo e inteligencia artificial. "Pero es cierto que hay otras producciones, como el último videoclip de C.Tangana, que debido a la imposibilidad de rodar se han hecho con material de archivo o f ound footage. En otros ámbitos de la creatividad es más habitual usar cosas que ya existen para generar otras narrativas", expone desde Bueu el socio de Espadaysantacruz. Espadaysantacruz Studio tiene su sede en Madrid y es una agencia con prestigio internacional debido a sus trabajos y a los numerosos premios recibidos, como dos Leones de Oro y otros dos de bronce en el festival de Cannes.
El creador reconoce que si no fuese por el confinamiento este videoclip sería imposible. "Tanto por el tiempo y la calma que se necesita para hacerlo como por el propio concepto", asegura. Tanto Miguel como sus socios, Nerea Goikoetxea y Juan Santacruz, y Jesús Hernández trabajaron desde sus respectivos lugares de confinamiento, algo que tampoco supuso ningún problema. "Pudimos trabajar con un enfoque diferente, tienes tiempo para explorar e investigar y contamos con las capacidades digitales para trabajar. Los pueblos ya no están aislados e incomunicados y puedes trabajar desde cualquier lugar. De hecho en Bueu la fibra óptica me va más rápido que la ciudad", asegura.
El resultado final es, sencillamemnte, tremendo.
