Los hosteleros de la comarca preparan la fase 2 del desconfinamiento con el tiempo como aliado y la reducción de aforo como contratiempo prudente. Pero son muchos los que en vez de reabrir el interior hoy, prefieren esperar. Están pendientes de los ERTEs y quieren saber cómo va a funcionar todo antes de empezar a retomar la tarea de servir comidas, tapas y cenas a diario. En la esperanza de casi todos, que los concellos les autoricen ampliar las terrazas, para ganar fuera lo que se pierde dentro, que de lo contrario el negocio se resiste demasiado y peligra su apertura definitiva. En Cangas, el gobierno no perdona la tasa de la temporada alta: julio y agosto, pero los propietarios de los restaurantes y cafeterías no tendrán que pagar la del resto de los meses.

Antonio Rosales, de Noite Tapas, vicepresidente de la hostelería de Bueu, afirma que su negocio no va a ser muy diferente de la primera fase a la segunda. Comenta que él no cerró en ningún momento su establecimiento, porque sirvió comidas a domicilio. En los meses de confinamiento duro, solo tuvo un día bueno, el Día de la Madre. Pero cuando en la primera fase se dejaron abrir las terrazas el negocio comenzó a arrancar, sobre todo los tres primeros días. "Mantenemos la distancia de dos metros en las terrazas y en el interior no es muy difícil reducir al 50% el aforo porque es de 15 mesas que quedaría reducidas a siete. Pero lo que más interesa es que funcione la terraza, ahora que llega el buen tiempo. El local tiene siete metros de largo por tres de ancho. Pero ya se nota el turismo. Hay gente de Madrid que ya está aquí. Se sabe cuando dan el nombre para reservar mesa". Antonio Rosales tiene un protocolo marcado. Se realizan dos turnos de comida, el tiempo máximo está restringido a 75 minutos y quince minutos entre un turno y otro que se aprovecharán para limpiar. Para reservar se le remitirá una carta en formato digital vía WhatsApp para que los clientes digan ya lo que van a comer y la hora. También establece una ruta de salida y otra de entrada.

Santi Blanco "Carolino", que regenta el establecimiento La Cibeles, en Moaña, también le preocupa más cómo funciona la terraza que el interior de su local. Ahora, con la nueva fase, confía en que acuda ya más gente, con el aliciente de que puede tomar unas tapas al mediodía y a la noche. Porque hasta la fecha, "la gente se recogía muy temprano el viernes y el sábado. Espero que con este aliciente ya no sea así". Asegura que la terraza está funcionando muy bien y nos ofrece un dato: llenó siete veces la nevera de cervezas el primer día que la abrió. "Al principio hubo un poco de descontrol. Fue necesario llamar la atención, pero ahora la gente ya está concienciada con las medidas". La famosa cafetería Enziani, en Cangas, abre el martes. Pusieron mampara en la barra y destaca que destinará una persona exclusivamente para limpiar los baños, tarea que se realizará inmediatamente después de que alguien lo utilice. Se establece un horario de 8.00 a 14.00 horas y de 16 .00 a 22.00 horas. De momento salen del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) cuatro trabajadores.

El restaurante Macillos, en Cangas no abrirá sus puertas hasta el día 12 de junio. Quieren hacerlo con todos sus trabajadores fuera del ERTE y sabiendo que el Concello autorizó su petición para poder contar con más sitio para la terraza. Ahora mismo sus propietarios consideran que abrir con el 40% de aforo no es factible. El restaurante Martinnus, en Cangas, abre el día 3. También espera que su petición de ampliación de terraza sea tenida en cuenta por las autoridades municipales.