La retirada de los nidos de vespa velutina se está complicando en Cangas. El Concello quedó al margen del plan de Vicepresidencia de la Xunta para recoger los nidos a través de la sociedad pública Seaga, que interpretó que la falta de respuesta a una carta enviada a los ayuntamientos para mostrar su interés en dicho plan, suponía que no quería adherirse. Los Concellos de Moaña y de Bueu sí mostraron su interés, aún a pesar de no saber en ese momento las condiciones, y fueron adheridos. En Cangas, en donde el Concello supuso que la Xunta seguiría con la retitrada de nidos, como el año pasado, hace frente a la velutina con la ayuda de los apicultores de AGA en O Morrazo que colaboran de forma desinteresada. Desde aquella carta a priori en febrero, nunca más volvieron a saber nada en Cangas, pese a que se había barajado desde Vicepresidencia realizar una segunda convocatoria, ante la protesta de concellos en la misma situación que Cangas. En una visita la semana pasada del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a Seaga en Pontevedra, no anunció nada al respecto, salvo que se iba areforzar el equipo.
Por lo de pronto, la temporada de velutina está resultando rara, según los apicultores, y aunque parece que hay menos avispa, se han adelantando los nidos secundarios. Ya se han retirado algunos, como uno este martes en la fachada de una casa en A Madalena. Se trataba de un nido con unas 115 avispas, del tamaño de un melón. Los avisos los está recogiendo el concejal de Medio Ambiente y Urbanismo, Hugo Fandiño, que organiza la retirada en lotes semanales que traslada a los apicultores.
Por el momento y desde el 13 de abril se habrán retirado en Cangas cerca de 18 nidos, algunos primarios, -en un baño portátil en la playa de Areacova, un cobertizo en Espíritu Santo, un garaje en la bajada a Francón o en un galpón en una casa en Serra Ponente, en el mismo galpón en donde el año pasado apareció otro nido-. Secundarios ya hubo en un árbol en Francón y el de A Madalena, adelantándose un mes sobre la fecha habitual de aparición. En ello ha influido el invierno suave y la llegada combinada de días de calor y de lluvia, que no frena a la velutina, pero debilita los colmenares de abejas. de ahí que los apicultores vaticinen que será mal año de miel. En la actualidad siguen en activo una 600 trampas entre los tres concellos en la campaña de capturas de reinas que empezó en febrero. El año también está siendo extraño en las capturas, con trampas con muchos ejemplares y otras no.
