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Vida en el cementerio

Los concellos reabren los camposantos y Moaña, durante los entierros, solo deja acceder a familiares del fallecido para evitar aglomeraciones

El cementerio moañés de Trigás durante el día de ayer. // G.N.

El lunes, con la entrada de todo O Morrazo en la fase 1 de lo que el Gobierno central dio en llamar "desescalada", se abrieron al público los cementerios municipales aunque con restricciones para garantizar la distancia social. En Cangas los camposantos de O Hío y Aldán no están sujetos a restricciones horarias, pues son núcleos de menos de 5.000 habitantes y ya cuentan con libertad de movimiento dentro de sus respectivas parroquias. El horario de estos cementerios es de 9.00 a 21.00 horas.

Por contra, los de Darbo, Coiro y el centro de Cangas sí que están restringidos y solo se puede acceder a ellos entre las 9.00 y las 12.00 horas por la mañana y entre las 19.00 y las 21.00 horas durante las tardes. Eso sí, en todas las parroquias se tiene que respetar la norma de que solo se pueden acercar quienes vivan a menos de 1 kilómetro del cementerio y respetando la distancia social. Las visitas serán cortas y se recomienda el uso de guantes y mascarillas.

En Moaña ya no existen tampoco las restricciones horarias desde el lunes, con la entrada en la fase 1, al establecer el Concello la división de la parroquia de O Carme entre zona rural y urbana, de forma que ninguno de los núcleos supere la barrera de los 5.000 habitantes. Por lo tanto, el acceso a los cementerios municipales de Trigás y Domaio es libre de horarios. Sin embargo, el Concello comprobó que durante los entierros es muy difícil evitar la aglomeración de personas en el interior de los camposantos. Para solventarlo, cuando se celebre un entierro se cerrará el cementerio para uso exclusivo de la comitiva de familiares y amigos durante el tiempo necesario, no dejando entrar al resto de usuarios. Hay que recordar que de momento a los entierros apenas pueden acudir 15 personas para despedir al difunto.

Sobre los cementerios moañeses, el de Domaio sigue conectado a una traída privada comunal para su abastecimiento de agua. El Concello presentó ante la Xunta su proyecto de conexión a la red general de abastecimiento, al atravesar las tuberías la carretera autonómica PO-551. El ejecutivo gallego supeditó su permiso al de Costas, pues la conexión se extendería hasta el parking en superficie ubicado en el paseo. De momento el bipartito no recibió respuesta para poder iniciar las obras de conexión, según explica la concejala de Obras e Servizos, Marta Freire.

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