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Reclaman la exención de tasas municipales y del rodaje hasta finales de 2021 y solicitan el apoyo de la Xunta

Los vendedores ambulantes de ropa, que llenaban los mercadillos de la comarca hasta la llegada de la crisis sanitaria global, confiesan que ya antes de la pandemia se encontraban en un estado muy precario. "Habían bajado mucho las ventas, competimos contra el comercio online, entre otros, y lo tenemos más complicado que los supermercados o los bares, que al final siempre van a tener clientes", indican.

Ahora, con el parón de la actividad, se encuentran con gran parte del stock de ropa de invierno sin vender y con un futuro incierto en cuanto a la campaña de verano, que siempre es positiva en la comarca por la presencia de turistas cuya llegada este año está totalmente en el aire.

Para mitigar estos daños económicos la Asociación de Vendedores Ambulantes de O Morrazo plantaerá a las administraciones una serie de medidas. En estos momentos no están pagando la tasa municipal por instalar sus puestos. Piden que esta tasa se les perdone hasta finales de 2021, con la intención de capear el temporal hasta que mejore la economía. Reclaman que se les exima del pago de otras tasas e impuestos locales como el de vehículos de tracción mecánica, conocido popularmente como rodaje, de sus furgonetas de trabajo. A nivel gallego el sector pedirá ayuda a la Xunta.

Este viernes en Cangas y el sábado en Moaña la comarca vivirá dos pruebas de fuego para comprobar si es compatible el desarrollo de los tradicionales mercadillos ambulantes con las medidas de distancia social que se deben mantener para luchar contra el Covid-19.

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