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La fase 1 en la comarca

Los mercadillos retoman su actividad bajo mínimos ante las duras restricciones al comercio de ropa

Un puñado de puestos se instalaron ayer en Cangas y solo una decena de vendedores de alimentos y plantas trabajarán hoy en Moaña -La asociación de ambulantes espera que en junio se relajen las medidas para las prendas de vestir

El último mercadillo en Cangas antes del confinamiento, a mediados de marzo, había registrado muy poca gente por temor al virus. // G.N.

La comarca de O Morrazo recupera esta semana sus mercadillos ambulantes aunque bajo mínimos. El lunes solo se instalaron dos puestos en Bueu, ayer apenas un puñado de vendedores de productos de alimentación y plantas retomaron su actividad en Cangas y esta mañana está previsto el mercadillo de los miércoles en Moaña. Solo una decena de puestos comunicaron al Concello que trabajarán, todos ellos también de alimentación, semillas, plantas y frutas. Aunque los mercadillos del fin de semana cuentan con más participación anunciada, lo cierto es que los puestos de ropa de la Asociación de Vendedores Ambulantes do Morrazo no volverán al trabajo al menos hasta comienzos de junio. La razón está en las fuertes restricciones que afectan sobre todo a los comercios de ropa, con unos 150 puestos afectados.

En 15 días se volverán a reunir los integrantes de la asociación comarcal para adoptar una decisión si se relajaron los requisitos. "Todos necesitamos comer, y no vamos a trabajar dejando a compañeros atrás. Solo acudiremos cuando puedan montar todos los vendedores", explican desde el colectivo. En estos momentos los mercadillos están restringidos a apenas un 24% de los puestos. Entienden la separación a mayores que deberán tener entre un puesto y otro y tratarán de que los Concellos amplíen las áreas destinadas a la venta ambulante.

Los vendedores de ropa y calzado en los mercadillos de la comarca llevan dos meses sin poder trabajar y ahora deberían afrontar medidas "muy complicadas de cumplir". Además de respetar el espacio, explican que es casi imposible desinfectar cada pieza de ropa entre un cliente y otro. "La gente quiere tocar, probarse y comprobar el tamaño de las prendas y los zapatos. Es muy difícil desinfectar todo. Es habitual que se toque la ropa o se seleccione la que está colgada en perchas, por ejemplo", explican desde este sector.

Por ello, decidieron no dar un paso al frente todavía y aguantar a la siguiente fase, con la esperanza de que las restricciones no sean tan duras entonces.

Las terrazas de los bares que abrieron registraron el lunes y el martes una alta afluencia de gente, tanto que incluso alarmó a las fuerzas de seguridad. En Moaña, por ejemplo, el Concello reforzará la vigilancia policial exclusivamente para advertir a los que se reúnen en bancos públicos de que esa actividad todavía no está permitida. Estas situaciones explican también que los vendedores ambulantes incrementen sus dudas sobre el regreso a sus puestos de trabajo. "La gente tiene muchas ganas de salir y será muy difícil evitar masificaciones de personas en los mercadillos. No sabemos cómo se podría lograr", alertan.

Otra medida que el colectivo comarcal de ambulantes espera que se relaje es la prohibición de desplazamientos entre provincias. "Esperamos que al volver los movimientos estén menos limitados, porque es habitual que vengan compradores de otras zonas a cada mercadillo", concluyen.

La concejala de Promoción Económica de Moaña, Coral Ríos, explica que el mercadillo de hoy, miércoles, se ubicará detrás de la plaza de abastos, para no dispersar mucho los puestos. Trabajarán vendedores de bacalao, frutas, dulces, quesos o semillas entre otros productos. Para el sábado tienen solicitado el permiso de unos 20 puestos. Muy cerca ya del tope del 25% del tamaño habitual que permite la Ley en estos momentos. Son cerca de un centenar los vendedores que trabajan habitualmente los sábados en Moaña.

Los puestos, hoy, deberán situarse con seis metros de separación en línea y cuatro metros en frente entre cada mostrador.

Además, el Concello moañés ha repartido carteles que indican las medidas de higiene que deben adoptar los clientes y que se instalarán en cada uno de los puestos operativos. El personal municipal se encargará, a primera hora de hoy, de fijar el espacio reservado para cada vendedor asegurándose así que se respetan las distancias marcadas por el Gobierno central.

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