El concejal de Hacienda de Moaña, Aldán Santamarina, asegura que esta semana les llegó el informe de Intervención sobre la deuda correspondiente al primer trimestre de 2020 (enero, febrero y marzo), en el que se constata que el Concello la redujo desde 2015 en 9,2 millones de euros, lo que supone un descenso de un 70%, y fija la actual en 4.031.761 euros. El concejal manifiesta que estos datos permiten cumplir con las exigentes condiciones legales para la utilización del superávit municipal de 2019, que asciende a 610.103 euros.
Las cinco condiciones a las que alude son: cumplir con la estabilidad presupuestaria; remanente positivo; nivel de endeudamiento período medio de pago a proveedores y deudas pendientes de aplicar al presupuesto". Hay que recordar que la alcaldesa, Leticia Santos, ya firmó el pasado lunes el decreto para emplear el máximo legal del superávit (20%) que asciende a 122.020 euros a paliar la crisis provocada por el Covid-19. En dicho decreto, la regidora ya solicita el uso del total del superávit para esta misma finalidad, en lugar de dedicarlo a la cancelación de deuda con los bancos, "con los que estamos cumpliendo los plazos de devolución rigurosamente", manifiesta el edil.
Por apartados, desde junio de 2015, tal y como señala Aldán Santamarina, cuando el actual gobierno bipartito asumió el mando municipal, se redujeron las obligaciones reconocidas pendientes de pago en 2,1 millones de euros y de esta manera "el Concello paga puntualmente a las empresas proveedoras al aumentar la liquidez en Tesorería como consecuencia de la eficiencia en la política de gasto". De igual manera se redujeron a cero las obligaciones de aplicar al presupuesto. Estas eran facturas de los años 2012, 2013 y 2014 por importe de 913.589,46 euros que estaban pendientes de reconocer en 2015: "Pudieron pagarse todas gracias a su inclusión por lotes en los presupuestos de 2016 y 2017, y a la aprobación del nuevo reconocimiento extrajudicial en el pleno de junio de 2017 con cargo al remanente positivo de tesorería". Por otra parte se bajó la deuda viva con entidades bancarias en 3,6 millones de euros "por el pago periódico de la amortización de dos préstamos que tiene concertados el Concello, que se saldarán completamente en 2022 y 2024, respectivamente". En noviembre de 2019 ya se canceló un tercer crédito con cargo al remanente de tesorería.
Por lo que respecta a la deuda con la Mancomunidade do Morrazo, se redujo en 2,1 millones de euros desde 2015 como consecuencia de los abonos periódicos del plan de pagos, que remata en 2021, y del préstamo que tiene concertada la entidad supramunicipal, que remata en 2024. En estos momentos, la deuda es de 1.498.000 euros, de los cuales 1.250.254 es del préstamo y 248.158 corresponde a lo pendiente del plan de pagos. El concejal recuerda que ya desde diciembre de 2015, el Concello no arrastra deuda con la Seguridad Social. En junio de 2015 había la última liquidación pendiente de 322.108 euros.
Pago a proveedores
El Plan Municipal de Pago a Proveedores, que es uno de los indicadores de la salud económica del Concello, sitúa a esta institución, según el último informe, en 1,84 días, muy por debajo de la exigencia legal de los 30 días, tal y como destaca el concejal "lo que indica que los proveedores municipales, muchos de ellos empresas locales, están cobrando en un tiempo razonable".
La desescalada de la deuda en el Concello situaba a la institución local en junio de 2015 con 13,2 millones de euros pendientes de pago. Pasó a 12, 7 en diciembre de ese mismo para bajar a 10,6 en junio de 2016; a 9,2 en diciembre del mismo año; a 8 millones en junio de 2017 y a 7,3 en diciembre de ese año. La desescalada de deuda siguió en junio de 2018 quedando en 6,3 millones; en 5,9 en el mes de diciembre y en 5,3 en marzo de 2019. Los siguientes periodos situaron la deuda en 5 millones de euros en junio; en 4,7 en septiembre; y en 4,3 en el mes de diciembre hasta los actuales 4 millones de este último informe del primer trimestre del año 2020.
