María Jesús Sotelo es la propietaria de la mercería Válery, en Bueu. "Decidí abrir hoy mismo. Tenía todo preparado en interior y me decidía a abrir solo tenía que levantar los estores. Para ser el primer día no esperaba recibir tantas llamadas, además de la gente que pasa y ve que ya estás abierta", cuenta. Se decidió a abrir porque "si no esto no se aguantaba" después de mes y medio sin ingresos. En un comercio como el suyo la nueva normalidad será difícil de cumplir. "La gente necesita ver y tocar el material, por lo que después yo tengo que desinfectarlo", cuenta.