Mario Conde está al frente de la correduría de seguros NXC, con oficina en la Avenida de Castroviejo. Aunque durante la cuarentena acudió periodicamente al despacho para atender urgencias, reconoce que la mayoría de trámites se hacían por vía telemática y el contacto personal con los clientes se irá recuperando progresivamente. Con las restricciones, el número de siniestros se ha desplomado, pero el sector sufre también las consecuencias del parón de ventas por el cierre de concesionarios. Confía en que la reapertura contribuya a paliar un futuro incierto.