El trabajo y cuidado de las viñas entra en un momento clave, tal como reconocen los viticultores, con el "esladroado" de las cepas y con la aplicación de los primeros tratamientos de sulfato. Hasta la semana pasada algunos cosecheros tenían serios problemas para poder cuidar de sus plantaciones porque solo se permitía el desplazamiento si esas viñas estaban a un máximo de 500 metros de la residencia. En muchos casos no suponía un inconveniente insalvable, sobre todo para los propietarios que viven en el rural. "Pero yo vivo en el centro de Bueu, tenía que desplazarme a Cela y no me quise arriesgar", explica un viticultor bueués.
La Consellería de Medio Rural flexibilizó hace unos días la orden que regula el desplazamiento a fincas y viñedos. El límite de 500 metros se suprimer para aquellas plantaciones de autoconsumo, sin fines comerciales, y se permite realizar los desplazamientos "mínimos e imprescindibles" para su mantenimiento y conservación. Dentro del mismo término municipal no hay límites e incluso se permite desplazarse a fincas situadas en ayuntamientos limítrofes, pero en este caso sin superar una distancia máxima de 5 kilómetros.
