La hostelería aún deberá esperar hasta la siguiente fase dentro del proceso de desescalada del confinamiento. El 11 de mayo podrían abrir, pero solo la parte de las terrazas y con un aforo del 30%. Unas condiciones que algunos establecimientos consideran una ruina.
Por ejemplo la responsable del Café Bar Atria de Moaña, Romina Iglesias, explica que no tiene intención de abrir sus puertas el día 11. "Tenemos seis mesas en la terraza. Con las restricciones solo podríamos servir en dos y eso no daría ni para pagar la luz", lamenta. Critica también que de momento no estén publicados en el BOE los pasos a dar y no sepan a qué atenerse y sobre todo se queja de que el Gobierno cobrase a los autónomos igualmente su cuota, "cuando no podíamos trabajar ni tener ingresos".
Romina Iglesias no descarta incluso cerrar el bar si deben pagar el alquiler, "porque es una pérdida de dinero, en esta situación". Teme que la reapertura, sin criterios claros, pueda derivar en multas a los hosteleros con inspecciones de Sanidad. "Las medidas que adelantan, como desinfectar todos los pedidos, serán muy difíciles de cumplir", concluye.
En Cangas otro establecimiento con un gran movimiento de clientela es el Enziani, en el casco urbano. "Ahora mismo vemos difícil reabrir el 11 de mayo. Trabajar únicamente con la parte de la terraza significaría tener solo cinco mesas y un máximo de entre 15 y 20 personas", explica su responsable, Gianni Ghisu. El bar da trabajo a diez personas, que se encuentran en un ERTE que todavía no han empezado a cobrar. Para abrir el resto del establecimiento habría que esperar hasta finales de mayo.
