El Concello de Cangas pone en marcha hoy, jornada festiva, el cierre del tráfico rodado en gran parte del casco urbano para ampliar las zonas de esparcimiento y facilitar la distancia social entre los vecinos. Los coches no podrán acceder entre el cruce de la Avenida de Marín y la rotonda del puerto. La medida se repetirá todos los festivos y domingos hasta el fin del confinamiento.
El alcalde, Xosé Manuel Pazos, llama al uso de todo este espacio como zona de ocio respetando la distancia entre personas que impida el rebrote del Covid-19. El cierre será entre las 8.00 y las 22.00 horas.
Además, Cangas aliviará las restricciones de uso de espacios públicos conforme al plan de "desescalada" del gobierno central y desde mañana abrirá sus playas al disfrute de los ciudadanos que viven en su entorno y en las franjas horarias estipuladas. El alcalde, Xosé Manuel Pazos, ha flexibilizado su postura con la llegada de noticias más alentadoras sobre la evolución de la pandemia por la Covid-19 y permitirá que el vecindario cuya residencia esté a una distancia máxima de un kilómetro de alguno de los 38 arenales del municipio pueda hacerle uso para pasear, correr o practicar otros deportes, ejercicio o juegos "en movimiento", manteniendo la distancia de seguridad con otras personas y sin interaccionar con ellas. Tomar el sol sobre la arena o aprovechar esos espacios para mantener contacto social al margen de la norma siguen prohibidos.
Pazos se había desmarcado de las posturas de sus homólogos de Moaña y Bueu, Leticia Santos y Félix Juncal, en este asunto. Tras conocer el decreto del Ministerio de Sanidad sobre las condiciones en que debían desarrollarse los desplazamientos de la población infantil como parte de una primera fase de desconfinamiento, ambos regidores optaron por permitir el uso de las playas por los menores por tratarse de un espacio natural, siempre y cuando estén dentro de esa distancia no superior a un kilómetro de la vivienda. Por contra, y aunque el artículo 4 permite pasear por espacios naturales, Pazos consideró que levantar esa prohibición supondría un efecto llamada y optó por no dejar utilizar los arenales, aunque sí pasear por su entorno.
Esta postura recibió críticas de una parte de la población y del grupo municipal del PP de Cangas, que en los últimos días instó al alcalde a cambiarla y utilizó como argumento que las playas son un espacio natural más y que su disfrute es beneficioso para la salud física y mental de la población.
Ayer, tras conocer las medidas más recientes del ejecutivo estatal para avanzar en una vuelta paulatina a la normalidad, el alcalde de Cangas se reunió con el jefe de la Policía Local, Alberto Agulla, y le dio instrucciones para abrir las playas al paseo y al ocio desde mañana. Los agentes tienen previsto retirar hoy las cintas que delimitan esos espacios hasta ahora vedados, aunque extremarán la vigilancia para que no se salten las medidas de seguridad ni se acceda a la playas con perros u otras mascotas.
