Un año completamente atípico tendrá también una veda atípica. La propuesta que en principio han consensuado las federaciones provinciales de cofradías y la Consellería do Mar para el pulpo es la de parar en el mes de junio y retomar la actividad en el arranque de julio, coincidiendo con la que también debería ser la apertura de la nécora. Es un cambio importante con respecto la costumbre de los últimos años, cuando prácticamente se había institucionalizado una veda de mes y medio, que empezaba en la segunda quincena del mes de mayo. "No me atrevo a decir si es una buena propuesta o no. La verdad es que llevábamos un año complicado y la crisis del Covid-19 lo ha complicado aún más", manifiesta el patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación de Cofradías de Pontevedra, José Manuel Rosas.
El sector de la nasa del pulpo es de los pocos que resiste desde que se decretó el estado de alarma, aunque lo hace con bajas capturas y con una más que significativa caída en los precios. El cefalópodo de más de dos kilos, que ya se considera grande, se cotizaba en lonja por encima de los 10 de euros antes del inicio de la pandemia y ahora su precio se sitúa en el entorno de los 7,50 euros. A ello se une el hecho de que durante los meses de primavera se suelen registrar menos capturas debido al inicio del periodo de reproducción.
Las respectivas federaciones provinciales han trasladado la propuesta a sus respectivas cofradías para que la estudien y presenten sus sugerencias antes del próximo 7 de mayo. El día 8 habrá una nueva reunión telemática entre las federaciones y la Consellería do Mar, de la que debería salir el acuerdo definitivo para la veda correspondiente al año 2020.
Los datos de la plataforma Pesca de Galicia constatan un apreciable descenso tanto en las capturas como en el volumen de ventas en las lonjas de O Morrazo, especialmente en Bueu, con respecto a los meses de marzo y abril de 2019. El año pasado durante ese bimestre se subastaron más de 19.200 kilos de pulpo en Bueu y el volumen de negocio rozó los 174.000 euros. Por contra, durante ese mismo periodo de este año las capturas han bajado en cerca de 2.000 kilos y la facturación cae en más de 42.000 euros, hasta situarse en algo más de 131.000 euros. En el caso de Cangas el descenso también resulta significativo: las capturas rozan los 5.500 kilos, con una caída de 1.660 kilogramos, y los ingresos llegan a los 44.000 euros, casi 20.000 menos que con respecto al mismo periodo del año anterior.
