La propuesta de estos bonos ya fue expuesta al gobierno bipartito de Moaña en una reunión telemática, que, en principio, el Concello rechazó porque su intención es destinar los 200.000 euros de superávit de 2019 a personas en emergencia social como una forma también de activar la economía local. Desde la Asociación de comerciantes de Moaña (Acimo), integradada en Fecimo junto a Acica (Cangas) y Acibu (Bueu), lamentan que desde el Concello no se atendiera esta propuesta y se destine el presupuesto a otros fines, haciendo caso omiso al tejido comercial de la localidad, "que está en situación de emergencia con las tiendas llenas de ropa y sin posibilidad de vender".

Entienden que pueda haber familias en necesidad, pero el colectivo comercial defiende que es "una peor situación no tener ingresos y tener que afrontar las deudas de almacenes llenos de mercancía, alquileres, impuestos, salarios de empleados cuando se vuelva a brir..."

Desde Acimo recuerdan al Concello que el Real Decreto 11/2020 de 31 de marzo que faculta el acceso al superávit de 2019de las entidades locales, establece que podrá ser destinado a financiar gastos de inversión en servicios sociales y promoción social, y no exclusivamente en emergencia social como se dio traslado en la reunión a Acimo. Desde la asociación comprenden que ayudar a la gente que está en desempleo, ERTE o en cese de actividad también s un fin social, y tan prioritario o más que cualquier otro, pues de la reactivación de la economía local dependen cientos de familias.

Para Acimo, que preside Óscar Casás, la solución hubiese sido repartir la partidas disponibles. Una parte destinarla a las familias en necesidad, con el fin de cubrir el tiempo necesario de entrada en vigor de la renta básica universal anunciada por el gobierno; y otra para reactivar la economía local. Y de autorizar el gobierno central acceder al 100% del superávit de 2019, incrementar las partidas asignadas en función de las necesidades. Lo que no puede aceptar Acimo es que el 100% de los recursos disponibles actualmente vayan destinados a un único fin y que el futuro del tejido comercial del municipio dependa de la voluntad del Gobierno Central de desbloquear el acceso a más crédito. La Asociación recuerda al Concello que el pequeño comercio son vecinos y vecinas como los demás. No son grandes empresarios cotizando en el IBEX-35, sino vecinos que arriesgan sus patrimonios para intentar sacar adelante un proyecto con el que poder vivir y en muchos casos dar trabajo y generar riqueza en el entorno. Espera que el Concello "recapacite".