El coranavirus no será capaz de doblegar el ánimo, la esperanza ni la imaginación de la inmensa mayoría de la población. Como ejemplo la iniciativa de los vecinos de algunas de las calles del centro de Bueu, que han decorado ventanas y balcones como si la tradicional Feria de Abril abandonase la ciudad de Sevilla para trasladarse a esta localidad de O Morrazo.
La idea de un grupo de vecinos del callejón del aparcamiento de Rosa de los Vientos y de Pazos Fontenla prendió enseguida. Fueron muchos los que quisieron sumarse a esta celebración en medio del confinamiento, que llegó hasta las viviendas sociales de Banda do Río o al tramo de la calle Alexandre Bóveda que sube desde la farmacia hasta O Valado. Globos de colores y motivos decorativos con forma de guitarras, sombreros, guirnaldas, flores o mantillas confieren desde ayer a Bueu un color especial.
Por la tarde empezó a sonar la música y a los balcones se asomaron residentes con copas de manzanilla o vino y, sobre todo, debidamente ataviados para la ocasión. Eso incluyó vestidos largos de colores y lunares, chales, sombreros y los pertinentes trajes.
A las ocho la fiesta incluyó el gran aplauso a médicos y saniatarios, sonó el "Son de Bueu" de Vou nun Bou y luego volvió la música de sevillanas. Este color y ambiente especial se quedará hasta el 1 de mayo. "Ya estamos pensando en otro tema para esa fecha", avanzan algunos de los residentes.
Los vecinos llevan varios días trabajando para adornar las calles, una labor en la que han contado con la inestimable ayuda de los más pequeños, que encontraron una tarea más con la que entretenerse durante este confinamiento. La colaboración de las librerías de la localidad, que aportaron cartulinas para que los niños pudiesen trabajar, fue también fundamental.
Todo se hizo respetando las normas del estado de alarma y de distanciamiento social. Pero curiosamente, esa distancia social entre los vecinos se ha reducido. "Lo mejor de todo es que este trabajo ha servido para que nos conozcamos mejor y que valoremos a las personas a las que antes apenas conocíamos pese a vivir en el mismo edificio o en frente y que solo nos tratábamos de hola y adiós", destacan los promotores.
Esa quizás sea una de las enseñanzas positivas que deberíamos extraer todos de esta terrible pandemia.
