El Consello de la Xunta celebrado ayer declaró el proyecto para la supresión del Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) de Bueu como una obra "esencial", lo que significa que se reactiva el trámite para su adjudicación y el posterior inicio de los trabajos. El procedimiento estaba en suspenso desde la publicación del decreto de estado de alarma pese a que solo restaba la adjudicación del contrato, que está presupuestado en cerca de 1,2 millones de euros.
El TCA de Bueu, que comprende el tramo de la PO-551 entre Lapamán y el centro del municipio, es el primero que licita la Consellería de Infraestruturas en la comarca de O Morrazo, con un presupuesto de 1,2 millones de euros. El último trámite data del 12 de marzo, justo antes de que comenzase el confinamiento, y se trata de la propuesta de la mesa de contratación para adjudicar a Construcciones Taboada y Ramos por un importe de 933.592 euros. El estado de alarma supuso la interrupción de toda la tramitación administrativa, que ahora se podrá retomar.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, explicó al final del Consello de ayer que se procedió a la declaración de "esencial" de 500 obras del sector público, que incluyen intervenciones en centros educativos, las estaciones intermodales, centros de salud, los nuevos hospitales o la Cidade da Xustiza de Vigo. La gran mayoría ya estaban en marcha, pero hay otras 100 que estaban en fase de licitación o bien a punto de comenzarla con lo que la calificación de esenciales permitirá reactivar su trámite. El proyecto del TCA de Bueu forma parte de ese lote y desde la Consellería de Infraestruturas, que dirige Ethel Vázquez, señalan que la declaración de esencialidad se fundamenta en que es una actuación vinculada a la seguridad vial. Así, en los próximos días se procederá a adjudicar formalmente el contrato, depósito de avales y demás trámites previos.
La intención es comenzar los trabajos cuanto antes, pero aún hay otro escollo: el levantamiento de las actas previas para la ocupación de los terrenos a expropiar. Los propietarios afectados estaban convocados el pasado 26 de marzo en el salón de plenos del Concello de Bueu para un trámite presencial, un acto que quedó suspendido por la declaración del estado de alarma. Es un trámite preceptivo y obligatorio, sin el que es imposible empezar las obras. "Esperamos poder celebrarlo cuanto antes, aunque no depende de nosotros. Es un acto al que deben acudir los afectados y vamos a depender de cómo evolucione la situación sanitaria", subrayan desde el departamento autonómico.
El proyecto del TCA afecta a una treintena de propiedades privadas, con una superficie a expropiar de algo más de 3.000 metros cuadrados. La partida económica para este capítulo asciende a 89.000 euros. Las afecciones se concentran en el entorno del acceso a la playa de Lapamán y en el entorno de Castrelo, donde se construirán sendas rotondas con un diámetro de 28 metros. Además hay cuatro puntos semafóricos, uno de los cuales se segregó para adelantar su ejecución y ya está operativo en Loureiro.
