Primera jornada de identificaciones para detectar personas que se hubiesen saltado el confinamiento para acudir a Cangas, donde tienen su segunda residencia. La Policía Local denunció a cuatro personas en el entorno de la plaza de abastos y dos en la zona de costas. Fue una mañana de duro ajetreo en le centro de Cangas, con controles de la Policía Local en el entorno de la plaza de abastos. Pero ya en la salida a Cangas desde la autovía, en la rotonda de Amexioada, la Guardia Civil había puesto en marcha un amplio dispositivo de control, donde se solicitaba identificación y se preguntaba por el motivo del desplazamiento. Era la primera criba para entrar el Cangas, a la que le pesa su amplia población de segunda residencia. Solo un dato: la población de Cangas se multiplica por más del doble los meses de verano y quien lo sabe bien es Sogama. Si un lunes normal se retiran 80 toneladas de basura, en verano, se recogen 160. Es cierto que en Semana Santa no aumenta tanto la población como en verano, pero sí era muy significativa la cantidad de población que recibía todos los años por estas fechas de gente que acudía a sus segundas residencias. Eso fue lo que los controles de la Guardia Civil y Policía Local trataban de evitar con sus controles masivos ayer.
La Policía Local se centró en la plaza de abastos. Consideraba que era el mejor sitio para detectar a las personas de segunda residencia. El día anterior, los vecinos de Cangas ya habían detectado la presencia de este aluvión de personas que se saltan el confinamiento. La Policía pedía DNI para confirmar que residían en Cangas. Los agentes descubrieron a cuatro personas que no acreditaban debidamente su presencia en Cangas, teniendo su residencia habitual en otro lado. Había quien insistía en que estaba empadronado, pero se tomó nota para su posterior comprobación. Hay que recordar que para evitar esta picaresca, el Concello de Cangas no está empadronando a nadie en estos momentos procedente de otros municipios.
También con respecto a la plaza de abastos, el gobierno acordó ayer establecer medidas de control para evitar aglomeraciones. Se van a distinguir puertas de entrada y salida: dos de entrada y una de salida, con el fin de evitar que la gente se encuentre y se ponga a hablar. También aumentará estos días el número de conserjes, que velarán por el cumplimiento de la distancia de seguridad.
Otro control se realizó en la zona de costa, concretamente en Vilariño, donde se interpusieron dos denuncias, una de ellas a un catalán que no acreditó debidamente su presencia en el municipio y otra persona del área de Vigo que no pudo presentar ni un contrato de alquiler ni de empadronamiento. Hubo los que manifestaron que se encontraban en la segunda residencia cuando comenzó el confinamiento. La Policía Local tratará de verificar estos argumentos a través de los vecinos.
El jefe de la Policía Local de Cangas, Alberto Agulla, señala que en un principio se aplicaba la Ley de Seguridad Ciudadana, después se optó por la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil y ahora mismo se está aplicando la Ley General de la Salud Pública. A las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado se les recomiendan que no especifiquen artículos incumplidos en la sanción, sino que relaten los hechos.
Por lo que respecta a la jornada de control de los cuerpos y fuerzas de seguridad en las carreteras de Moaña, señalar que la Policía Local mantuvo un control a primera hora de la mañana en la rotonda de Lestón identificando a medio centenar de vehículos con un saldo, de cuatro personas denunciadas, incluyendo también el control a peatones. Una de estas denuncias se realizó a un matrimonio, mayor, que circulaba en un coche sin la obligación de que el copiloto circulara en el asiento trasero y sin justificación del desplazamiento. Simplemente alegaron, pese a que se cumplirá un mes de confinamiento, que desconocían que dos no pudieran salir de la casa. También se denunció, aunque en este caso no fue conductor, sino a un peatón que iba con su perro caminando por una zona alejada de su domicilio con la justificación de que iba a comprar tabaco.
La playa también fue otro lugar motivo de denuncia. La patrulla acudió a una llamada de denuncia por una persona que estaba tomando el sol en uno de los arenales de la parroquia de Tirán. Se trataba de un hombre que aseguraba que vivía cerca pero sin justificación porque está prohibido el acceso a las playas en este confinamiento.
Por la tarde, la Policía también acudió a la llamada de denuncia de otro particular por una persona que no era de la zona, pero en este caso sí tenía justificante.
Por parte de la Guardia Civil no se trasladó ninguna denuncia y aunque se pararon a muchos vehículos en el control de la rotonda de Domaio, a la salida de la autopista, fuentes consultadas aseguran que la jornada, al menos en las carreteras de Moaña fue tranquila en este sentido.
